Otras miradas

La idiotez nuestra de cada día

Cristina Fallarás

Periodista

Cristina Fallarás
Periodista

La idiotez de pensar que la derecha podía apostar por lo público.

La idiotez de olvidar que ellos siempre se reparten lo nuestro.

La idiotez de creer que se puede cerrar una dictadura manteniendo como jefe de estado a perpetuidad a quien puso ahí el dictador.

La idiotez de aceptar la monarquía como sistema democrático.

La idiotez de creer lo que dicen los medios de comunicación sin atender a su accionariado.

La idiotez de permitir que borren la Cultura del mapa.

La idiotez de permitir que la enseñanza pública universitaria no sea gratuita.

La idiotez de pensar que con un tuit se protesta.

La idiotez de no salir a protestar en las puertas de todos los desahucios, a las puertas de todos los juicios contra la libertad de expresión.

La idiotez de escuchar las mentiras de los políticos y respetarles.

La idiotez de matar al bufón, al que se ríe del poder, al que le falta al respeto salvajemente.

La idiotez de obedecer las leyes y normas que consideramos injustas.

La idiotez de no rodear el Congreso solo porque ellos lo dicen.

La idiotez de no ir al teatro.

La idiotez de aceptar el consumo como modo de vida.

La idiotez de no asumir las riendas de nuestro ser adulto, desobediente, insolente y responsable.

La idiotez de permitir que les borren el futuro a nuestros hijos sin mover un dedo.

La idiotez de permitir su violencia cotidiana, cínica, abrumadora.

La idiotez de rechazar nuestro pasado, por vergüenza, por miedo, por dinero o por acatamiento.

La idiotez de dar nuestro dinero a la Iglesia católica.

La idiotez de creer que fuimos clase media.

La idiotez de no plantarnos todos a una para que, por una vez, paguen los impuestos ellos.

La idiotez de creer en el turismo.

La idiotez de permitir que dinamiten los avances científicos, y a los científicos en general.

La idiotez de no llamar golpe de estado a un golpe de estado.

La idiotez de pensar que, si uno se calla, le harán un sitio en sus oropeles, sus restaurantes y sus zapatos italianos.

La idiotez de olvidar de dónde vienen los frutos de la tierra.

La idiotez de dejar de escuchar música y bailar.

La idiotez de respetar a aquellos que apoyan a quienes promueven el mal y la destrucción.

La idiotez de pensar que un presidente destructor y vil es tonto.

La idiotez de creer que los informativos dicen "la verdad".

La idiotez de permitir que miles de niños en España acudan al colegio sin libros.

La idiotez de permitir que millones de niños en España sean pobres.

La idiotez de creer que la Justicia es justa y los jueces, ecuánimes.

La idiotez de pensar que la culpa es nuestra.

La idiotez de permitir que aquellos que robaron se queden con lo desvalijado.

La idiotez de llamar empleo a un puesto de trabajo que no te permite llegar a fin de mes.

La idiotez de agradecer un puesto de trabajo.

La idiotez de no agruparnos.

La idiotez de llamar idiota al sensato y sensato al malvado.

La idiotez nuestra de cada día.

Amén.

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