Otras miradas

Page: El malo en un año valiente

José Luis García Gascón

Coordinador Autonómico de Podemos C-LM

El pasado día 30 de diciembre en una entrevista con Jesús Cintora en Las Cosas Claras, Pablo Iglesias, preguntado por quiénes eran el bueno, el feo y el malo de la política española en la actualidad, contestó que Fernando Simón era el bueno, él era el feo y, tras pensarlo, que Emiliano García-Page era el malo. Voy a intentar demostrar con algunos hechos paradigmáticos por qué él es el malo de la política española.

Page es malo porque no tiene un proyecto ético detrás, no se rige por valores, se ciñe únicamente a la toma del poder. La política como medio para su beneficio personal y el de su partido (supervivencia política). Su maldad es consecuencia en última instancia de su tendencia natural hacia la política de derechas: antidemocrática, clientelar-caciquista, en favor de las élites económicas y, en consecuencia, nociva para la mayoría social, el medio ambiente, y los derechos humanos.

Durante esta crisis, muchas han sido las voces de la sociedad castellanomanchega que se han levantado para denunciar que su modelo político neoliberal está destruyendo los sistemas públicos en beneficio de las élites y de sus redes clientelares corruptas. También han indignado sus mentiras, sus falsas promesas y los engaños constantes a la opinión pública. Pero si piensa que en la era del conocimiento va a sobrevivir tratando de engañar y confundir al pueblo, se equivoca.

El último ejemplo fue que, tras suspender el Ingreso Mínimo de Solidaridad (IMS) en plena pandemia, principal ayuda social de nuestra Comunidad, y bajar a un tercio su cuantía respecto a niveles en los que lo situó Podemos, él y el PSOE-CLM dijeron que estaban reforzando ayudas sociales. Esta es la última mentira, pero hay más. El 21 de julio de 2014, cuando aún no era presidente, Page denunció ante el Tribunal Constitucional la modificación del Estatuto y la Ley Electoral de Cospedal por ser un "golpe de Estado electoral". Ahora, con mayoría absoluta, Page la mantiene a pesar de ser la menos representativa de toda España. Sabemos que no le interesa la democracia sino sólo gobernar. Igual que Cospedal.

El 1 de abril de 2017, en plenas primarias entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, Page en un intento de coaccionar engañando a la militancia del PSOE, prometió que no se presentaría a candidato a la Junta de Castilla-La Mancha en 2019 si ganaba Pedro Sánchez. Otra mentira más.

Además de sus engaños, a la ciudadanía de CLM nos generó repulsa la actitud y declaraciones de Page en lo peor de la primera ola. En lugar de hacer autocrítica y asumir con transparencia la situación se dedicó a atacar a los sectores más golpeados por la crisis y a quienes más nos cuidan. Quitó valor a la vida de las personas mayores que viven en las residencias, minimizando sus muertes. Llamó vagas a las personas desempleadas que no tienen ingresos cuando Pablo Iglesias anunció el Ingreso Mínimo Vital. Atacó a personal sanitario que denunciaba la situación en las urgencias. Y dijo que el personal docente quería tomarse 15 días de vacaciones cuando la UCLM suspendió las clases preventivamente en marzo pasado.

La voluntad manipuladora del proceso comunicativo es complemento necesario de las políticas concretas neoliberales que ha ido desarrollando Page en este año y medio de mayoría absoluta. Como pruebas adicionales; tras eliminar la limitación de mandatos en la primera sesión de las Cortes, el PSOE castellanomanchego ha empleado su mayoría para hacer recortes en ayudas sociales y el presupuesto de protección social. Page ha criminalizado a las familias con dificultades de acceso a la vivienda –campaña y Ley antiocupación– teniendo la Ley de Vivienda en un cajón. Ha presentado con Cs y con apoyos del PP leyes para facilitar la especulación inmobiliaria, eliminar tasas y bonificar a las casas de apuestas y a la tauromaquia (Leyes de Proyectos Prioritarios y SUMA), medidas muy similares a las que están llevando a cabo gobiernos de derechas como los de Ayuso y Moreno Bonilla. Page apuesta por un modelo de privatizaciones ("externalizaciones") de servicios públicos como los servicios sociales –especialmente las residencias de mayores–, ha permitido que el antiguo hospital de Toledo se quede sin calefacción y con goteras mientras la mayoría de los servicios de los de la provincia han sido vendidos a fondos de inversión privado y acaba de aprobar la subasta de edificios públicos por más de 1 millón de €. Ha reforzado el apoyo a la educación concertada. En los presupuestos de 2021 ha bajado respecto a los de 2019 con Podemos las cuantías a Atención a Personas Mayores, Investigación Sanitaria y Formación del Profesorado, entre otras.

Page no ha querido entender los consensos de las crisis de 2008: fin de los recortes, rescate de la gente no de los bancos, democracia real ya. Está gestionando esta crisis con el mismo modelo que Cospedal en la anterior. Tampoco está entendiendo los consensos sociales en esta pandemia que piden reforzar lo público y los cuidados que nos salvan en las peores circunstancias. Muchas de sus medidas son calcadas a las del programa electoral del PP y otras son fruto de acuerdos constantes con Cs.

La oposición progresista de Podemos en Castilla-La Mancha

La modificación del Estatuto y la Ley Electoral de Castilla-La Mancha por Cospedal que Page mantiene a día de hoy, junto a nuestros errores en la anterior etapa, hicieron que el 15% de los votos castellanomanchegos –uno de cada 6– quedase fuera de las instituciones. Sin embargo, el propósito de esta nueva etapa en Podemos Castilla-La Mancha es volver a ser una fuerza útil y fundamental en nuestra Comunidad Autónoma para recuperar el apoyo que tuvimos, volviendo a entrar en las Cortes para acabar con la mayoría "absolutista" de Page y recuperar las políticas progresistas.

Durante estos 7 meses hemos empezado a demostrarlo, sin recursos económicos y estando fuera de las instituciones. Pongo varios ejemplos de humildes pero creo que importantes acciones de Podemos en CLM en esta nueva etapa frente a las políticas de recortes sociales y privatizaciones de Page. Hemos desarrollado una Proposición No de Ley para recuperar el IMS y que la Ley de Garantías con su Renta Garantizada paralizada por Page se envíe a las Cortes para complementar el IMV. Otra PNL para impulsar políticas de Vivienda y aprobar la Ley de Vivienda. Ambas PNLs tramitadas por la Mesa de las Cortes. Estamos siendo altavoz de movimientos sociales en la defensa de sus derechos vulnerados: PAHs, Servicios Sociales, colectivo LGTBI, Plataformas contra Macrogranjas, AMPAS, sindicatos, profesionales sanitarias, docentes, animalistas, ONGs de Cooperación al Desarrollo, Agentes Medioambientales y Bomberos Forestales, temporeros africanos, Plataformas en Defensa del Agua, Deporte Base, etc. Y empezamos a trasladar con propuestas detalladas nuestro modelo progresista de región justa socialmente, feminista, ecologista y democrática.

El año valiente en una de las peores crisis que hemos vivido en nuestro país

La entrada de Podemos en el gobierno central, la primera vez que se conforma un gobierno de coalición y en la que gobierna un partido más allá del PSOE en nuestro país desde la II República, ha sido un hito democrático en el que más de 3 millones de personas hemos depositado nuestras esperanzas históricas.

Este hito ha coincidido con la aparición de la pandemia del coronavirus y sus crisis social y económica aparejadas. Un drama internacional que en nuestro país se ha llevado ya a más de 63.000 personas y de 5.200 en Castilla-La Mancha. Semejante acontecimiento histórico ha conllevado no sólo mantener nuestro compromiso plasmado en el Acuerdo de Gobierno firmado hace un año, sino conseguir incluso acelerarlo para que la gestión de esta crisis sea opuesta a la de 2008, rescatando a la gente, no a los bancos.

En este año tan duro, el más difícil de las últimas décadas, hemos conseguido avanzar en grandes temas sociales que, gracias al impulso de Unidas Podemos y sus Ministras, y especialmente del Vicepresidente Pablo Iglesias, se han introducido en la agenda del nuevo gobierno. Logros como el Ingreso Mínimo Vital como nuevo derecho de rentas, la mayor subida del SMI de la historia de la democracia a 950€, Decreto de Igualdad Retributiva entre hombres y mujeres, Plan de Choque de dependencia con 3.600 millones de aumento en 3 años, vinculación de las pensiones al IPC real, escudo social en la crisis del COVID-19 con la prohibición de desahucios y cortes de suministros a familias vulnerables, sistema de ERTEs para mantener el empleo, Plan Corresponsables con 200 millones para la conciliación, regulación de la publicidad de las casas de apuestas, aumento un 22% las becas y reducción de tasas universitarias.... Respecto a los recientemente aprobados Presupuestos Generales del Estado, han supuesto aumentos, entre otros, del 157% en políticas de igualdad, del 151,4% en sanidad, del 70,3% en servicios sociales, del 70,2% en educación o del 59% en lucha contra la pobreza infantil.

Es importante enumerarlos, porque mucha gente de nuestra región y nuestro país no sabe que estos logros en el avance de derechos y protección social son fruto del trabajo directo de todas las personas que empujan día a día desde Unidas Podemos para conseguirlos. Todos estos avances progresistas se deben al empuje y las luchas de cientos de personas, colectivos y movimientos sociales. Unidas Podemos es la única herramienta política que lleva las demandas y consensos sociales a las instituciones y lucha por facilitar su consecución ampliando derechos.

En esta crisis ha vuelto a demostrarse que el pueblo siempre está a la altura si las instituciones y sus líderes lo están. Junto a la protección social de lo público, nos está salvando la organización popular y la ayuda mutua en barrios y pueblos.

La experiencia nos dice que, sin Podemos empujando, la dirección de las políticas públicas iría en la dirección contraria. La existencia de Podemos en la política española no ha implicado la velocidad de los cambios, sino su realización. Es una cuestión de modelo y el nuestro es el único realmente progresista y republicanista.

Los conflictos en el gobierno estatal: visibilización de dos modelos

Hay que asumir con autocrítica que estas medidas, yendo en la dirección del modelo progresista, aún están lejos de a dónde queremos llegar desde Unidas Podemos. Hay que seguir avanzando en la consecución del Acuerdo de Gobierno por la situación de las familias en nuestro país y visibilizar que nuestras posiciones son aún más ambiciosas a nivel progresista que el propio acuerdo. Es importante también que la gente pueda diferenciar la labor y posición de cada parte del gobierno en las decisiones que se han tomado. Creo que estas visibilizan que estamos ante dos modelos diferentes de sociedad, de economía y de política que, por nuestro compromiso práctico social, conviven en el mismo gobierno.

En contraste con las medidas impulsadas desde Unidas Podemos en el gobierno hacia un modelo de país progresista, nos encontramos con algunas posiciones del PSOE en el seno del gobierno y del Congreso en un sentido conservador y neoliberal, en muchos casos en contra de lo plasmado en el propio acuerdo de Gobierno. A la hora de desarrollar los acuerdos más progresistas y en la mayoría de las decisiones sobrevenidas ha habido conflicto: Tratando de devaluar las pensiones, impidiendo la investigación de la presunta corrupción del rey emérito, bloqueando una nueva subida del SMI en 2021, tratando de no intervenir el mercado eléctrico para bajar los precios, limitando el alcance del IMV, posicionándose en contra de los Proyectos de Ley Trans y torpedeando la del "sólo sí es sí" del Ministerio de Igualdad de Irene Montero. Los siguientes grandes conflictos ya se están dando con los siguientes acuerdos urgentes que estamos tratando de impulsar: la limitación de los precios del alquiler, la eliminación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, la derogación de la Ley Mordaza, la educación gratuita de 0-3 años...

Frente a lo que pudiera parecer, la conclusión no debiera ser que el PSOE es timorato en el avance social y ampliación de derechos, sino que es un partido que hace décadas que acabó aceptando el "sentido común" neoliberal –tergiversar el concepto de libertad humana vinculándolo exclusivamente a la libertad de las grandes empresas; individualismo y competencia entre los de abajo– y pasó de la socialdemocracia al socioliberalismo. El efecto práctico de este cambio de proyecto político es transitar una hoja de ruta que interesa a las élites para reforzar sus privilegios a costa de los derechos de las mayorías: limitar la acción del Estado y hacernos creer que el mercado capitalista tiene solución a todo, con su correlato en la desestructuración popular y despolitización. Además, su posición contra la Ley Trans y contra la investigación de la presunta corrupción del rey emérito demuestran que sus guerras culturales sobre derechos civiles son tacticismo oportunista para compensar u ocultar sus posiciones socioeconómicas neoliberales, en un sustento ético-político sin valores progresistas.

De la maldad a la esperanza

Quiero cerrar con contundencia este artículo en los dos planos que he analizado políticamente el pasado año 2020 y el inicio de este 2021 en España y en Castilla-La Mancha. En primer lugar, la presencia de Podemos está demostrándose la única garantía estatal de que el gobierno no retroceda sino amplíe derechos sociales en esta crisis, regule los mercados –del alquiler, de la electricidad, laboral...-, refuerce los servicios públicos, proteja lo común y aumente los sistemas de protección social y cuidados. Los ejemplos de logros gracias al impulso de Unidas Podemos –los principales del gobierno- así lo demuestran.

A pesar de las dificultades de este durísimo 2020, ha sido un año social y políticamente valiente, reforzando la esperanza de que, con 35 diputadas y 5 ministerios nos aguardan más avances democráticos y sociales en nuestro país. Lo vamos a seguir consiguiendo en función de nuestra fuerza, a pesar de los conflictos con la parte del PSOE en el gobierno, que gobierna para las élites a través de políticas neoliberales, asimilando sus políticas sociales y económicas a las de las 3 derechas. Calvo y Calviño no son la excepción o el contrapeso, sino su brazo ejecutor.

En segundo lugar, en Castilla-La Mancha se demuestra la otra cara de la moneda: Page, con una mayoría absoluta como las antiguas del PSOE, vuelve a ejemplificar las políticas y formas de su partido. Nos devuelve a Castilla-La Mancha al pasado del artículo 135 de la Constitución, de las privatizaciones de Felipe González, de la corrupción clientelista del PSOE Andaluz. Demuestran no querer entender los consensos de las crisis de 2008.

Con su desempeño durante esta crisis, Page ha demostrado ser el malo en un año que, pese a las dificultades vividas, ha sido valiente, de la gente y de Unidas Podemos. Necesitamos evitar una nueva mayoría absoluta de Page en Castilla-La Mancha, que la sociedad civil empuje una nueva revolución social, y que Unidas Podemos sea un actor decisivo para que el modelo progresista y social tenga poder de decisión en las instituciones y defienda los derechos de la gran mayoría. En Castilla-La Mancha, luchando en el presente y mirando a 2023, volveremos a decir junto a la sociedad civil progresista: Sí Se Puede.

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