Otras miradas

Con pocas luces

Anita Botwin

Con pocas luces

La plataforma Alianza contra la Pobreza Energética, en una reciente protesta en Barcelona para exigir contadores sociales de luz para las familias en situación de vulnerabilidad. EFE/Marta PerezEl recibo medio de electricidad ha repuntado en mayo un 0,8% con respecto a abril y se ha disparado un 43,8% frente al mismo mes del año pasado, manteniendo así su tendencia alcista de los últimos meses.  Con respecto a hace un año, el incremento en el recibo de la luz para un consumidor es de casi el 44%, con una diferencia de más de 23 euros.

Desde este martes, la nueva estructura tarifaria aplica discriminación de precios a todos los consumidores y tres periodos conocidos como punta, llano y valle, que tendrán precios distintos.

Pero, ¿por qué ha subido tanto la luz?, según informaciones de Europa Press, esto se debe a una subida en los precios de derechos de emisión de CO2 que han tocado en mayo nuevos niveles récord, así como a un encarecimiento en el precio del gas. Por ello, el Gobierno llevó el martes al Congreso la propuesta  para atajar la sobre retribución que perciben en el mercado mayorista la generación de energía mediante plantas hidráulicas y nucleares.

Sin embargo, esta última medida del Gobierno con la nueva estructura tarifaria no tiene como objetivo el ahorro real, sino que pone el balón en el tejado del consumidor, si no eres responsable y no consumes de madrugada, lo pagarás en la factura. La luz es un bien de primera necesidad, por lo que el Gobierno debería poder implantar otras medidas que no perjudicaran a los más vulnerables.

Tal y como denuncia Facua, el Gobierno no sólo no está cumpliendo el compromiso del acuerdo firmado por PSOE y Unidas Podemos en diciembre de 2019 por el que los primeros kWh de cada factura tendrían un precio más bajo, sino que ha impuesto un modelo tarifario que provocará todavía más subidas para los consumidores.

La respuesta en redes en forma de memes no se hizo esperar. Creo que ninguno de nosotros dimos crédito ante la subida de la luz, y nos dio por reír en lugar de llorar o salir a las calles, pero lo cierto es que estamos hablando de algo muy grave. La pobreza energética en nuestro país afecta al menos a 1.293.836 hogares, según el último 'Boletín de indicadores eléctricos' elaborado por la CNMC. Además, la Asociación de Ciencias Ambientales ha estimado que la pobreza energética podría ser responsable de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras al año, en función de la mayor o menor dureza de los inviernos o veranos.

Seguro que muchos de vosotros os acordáis de Rosa, la mujer de 81 años que falleció debido a un incendio en su vivienda de Reus provocado por las velas que utilizaba al tener cortado el suministro eléctrico por impago. Durante el año hay muchas Rosas que malviven sin poder encender la calefacción en plena Filomena, como vimos en la Cañada Real en Madrid.

De momento y para intentar abaratar el coste de la luz, el Gobierno ha lanzado dos propuestas: por un lado, el Anteproyecto de Ley que aprobó el martes el Consejo de Ministros para poner coto a una parte de los 'beneficios caídos del cielo' y el Proyecto de Ley para alumbrar el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE). Parece que lejos quedaron ya las ilusiones de una compañía eléctrica de energía o la ofensiva fiscal contra Iberdrola, Endesa o Naturgy.

De hecho, Unidas Podemos sigue defendiendo la opción de nacionalizar las eléctricas tal y como afirmó Ione Belarra: "Pensamos que una empresa pública de energía que favorezca la competencia en un sector oligopolístico, y que saque a la luz la información real sobre el sistema y sus costes de generación, puede contribuir también a los objetivos de reformar y democratizar el mercado eléctrico, reducir la factura y garantizar el suministro a precios asequibles para toda la ciudadanía". Por su parte, el PSOE respondió con rotundidad: "No es viable".

Mi pregunta es por qué mientras el PSOE se niega a dar esa respuesta pública que facilitaría enormemente las cosas, sale el ministro de Consumo, Alberto Garzón, para dar las explicaciones que debieran dar otros. Aunque el ministro culpó de la subida a las eléctricas y al diseño de mercado, lanzó un mensaje a los consumidores para que consumieran a altas horas de madrugada o en fin de semana.

En esas declaraciones dijo, entre otra cosas, que "se está haciendo un ejercicio de pedagogía por parte del Gobierno"; es decir, nos están educando para consumir en horario que debería ser de descanso. Alberto Garzón también añadió que había que cumplir el acuerdo de coalición que recogía objetivos tales como acabar con los beneficios caídos del cielo.

"Pedir que se desplace el consumo eléctrico a la madrugada es denigrante para los consumidores más vulnerables", denunciaba Facua. "No se puede hacer responsable al consumidor de que su factura de la luz es cara porque no ha planchado o puesto las lavadoras, lavavajillas y secadoras en los horarios más económicos, que precisamente coinciden con los momentos que deberían dedicarse al descanso", apuntaban desde la organización de consumidores.

Esperemos que en los próximos meses podamos ver algo más de luz en todo este atraco de las eléctricas y que las promesas de la coalición no queden solo en eso, promesas.

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