Otras miradas

Respuestas impresentables del PP sobre las víctimas

Jon Iñarritu

GarcíaDiputado de Amaiur

Jon Iñarritu García
Diputado de Amaiur

El Gobierno español no deja de sorprendernos cada vez que nos responde a una pregunta escrita. Amaiur no es el único grupo que durante estos cuatro años de legislatura se ha quejado de las respuestas "irrespetuosas" e,  incluso, "chulescas" que desde el Gobierno de Mariano Rajoy se nos ha dado. Sin embargo, esta vez, hemos recibido dos respuestas que podríamos calificarlas de infames, y que contribuyen a desenmascarar la profunda hipocresía del Partido Popular en relación a las víctimas de la violencia política en el contexto del conflicto vasco.

Hace tres semanas recibíamos la respuesta a varias preguntas acerca de las ayudas a las víctimas del "terrorismo". Concretamente, solicitábamos las partidas presupuestarias destinadas a las asociaciones de víctimas del terrorismo desde 1979 hasta nuestros días. También preguntábamos por el control que hay sobre esas partidas, así como otras cuestiones relacionadas con el tema.

Como ven, nada fuera de normal, ya que el control al Gobierno es una actividad que corresponde a los y las diputadas de todo el arco político. Y el tema en cuestión, por supuesto, nos interesa.

Pues bien, el Gobierno del PP nos respondía en los siguientes términos: "El Gobierno gestiona todas las ayudas y subvenciones públicas de la Administración General del Estado atendiendo a los criterios de austeridad, eficiencia, fiscalización, control y transparencia. En el caso de ayudas y subvenciones que se destinan a las asociaciones de víctimas del terrorismo, esos criterios se acompañan de los principios de reconocimiento moral y generosidad infinita para quienes lo han dado todo por la libertad, la convivencia y la democracia. Una generosidad y un reconocimiento que nunca haremos extensivo ni a sus verdugos ni a quienes les apoyan".

Una semana después, el mismo Gobierno nos respondía a otras preguntas sobre unas víctimas de la violencia policial. Esta vez, nos interesamos por el "Caso Almería" para conocer cuál es la postura del Gobierno acerca del trato que se les ha dado a las tres víctimas de aquel horrible suceso de 1981 a manos de la Guardia Civil. También nos interesaba saber si el Gobierno tiene intención de considerarlos víctimas del "terrorismo" y si es cierto que el Gobierno destinó fondos a los tres guardias civiles condenados por aquellos hechos.  Y esta fue su respuesta:

"El Gobierno carece de información que pueda aportar a una respuesta parlamentaria dada la antigüedad de los hechos referidos a la pregunta".

Esas respuestas lo dicen todo. Para empezar, el Gobierno no nos explica cuales son exactamente son los criterios para conceder  las subvenciones destinadas a las víctimas del "terrorismo". Y por supuesto, no hace mención alguna al control público a las que se someten dichas ayudas. Lo único claro que nos queda es que los criterios para establecer esas partidas presupuestarias, en gran medida, están relacionados con cuestiones "morales".  Y en relación a la última frase de esa respuesta, sinceramente, no nos queda claro si el Gobierno cuando habla de verdugos se refiere a las víctimas de la violencia policial, que por cierto, muchos de ellos aun siendo considerados víctimas, se les deniega ayuda de cualquier tipo.

Y siguiendo por la misma estela, nos encontramos con la respuesta a las preguntas acerca del "Caso Almería". No sabemos si la intención es tomarnos por tontos, o por el contrario, en el Ministerio de Interior padecen de amnesia selectiva. De lo que sí estamos seguros es de que el PP hace distinciones entre unas y otras víctimas, entre buenos y malos, y de que algunos verdugos bien que  cobran de los fondos reservados por el trabajo realizado por la "libertad, la convivencia y la democracia". Que nadie dude de que estamos ante un ejemplo claro de menosprecio y humillación a las víctimas de la violencia policial.

Una actitud que, por cierto, jamás nos lo podrá achacar nadie. Y mucho menos, los hipócritas aficionados a las respuestas impresentables.

 

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