Otra vuelta de tuerka

Los Chikos del Maíz, la Stasi o la erotización de la política

Markus Wolf, el mítico jLos Chikos del Maíz, la Stasi o la erotización de la políticaefe de la Stasi, los servicios de inteligencia de la RDA, era conocido como Romeo. Entre las habilidades de aquel periodista y locutor radiofónico judío, estaba la de formar agentes para que ligaran con secretarias del gobierno de la Alemania occidental y espiar así mejor al enemigo. Tras la caída del muro, Wolf contó muchas cosas pero nunca reveló los nombres de sus colaboradores. Por el contrario Los Chikos del Maíz, esos raperos valencianos a los que el PP quiso llevar a la Audiencia Nacional, acaban de sacar un dvd que promete poner en alerta a todos los servicios de espionaje del "mundo libre". Van camino, sin duda, de correr la misma suerte que Julian Assange.

El caso es que no dejo de preguntarme qué narices se impartiría en esas clases de seducción para espías en la República Democrática Alemana. Uno puede imaginarse a comunistas italianos, argentinos, brasileños, e incluso franceses, tirándole los tejos con éxito a cualquier secretaria a sueldo del Imperialismo en Bonn y demostrando que el origen inglés y burgués de la palabra dandy no hace justicia a la historia y a la lucha de clases. Pero imaginarse a un chaval de Leipzig, formado en el frío marxismo-leninismo del lado oriental del muro, haciéndose a una de esas chicas que hacían topless en sus vacaciones en la Mallorca franquista, me parece del todo inverosímil.

Pero en lo inverosímil, quizá, está la clave de todo. El mérito de Wolf y de todos los espías romeo no fue decantar la guerra fría para el Este (como sabemos, no lo consiguieron) sino erotizarla. Eso es exactamente lo que han conseguido los Chikos del Maíz con el rap, con la música comprometida en general y hasta con el momificado marxismo-leninismo...Y es que el erotismo, como el espionaje, es astuto, malvado, sucio, incorrecto, a veces incluso indefendible moralmente y, por supuesto, delicioso.

Los Chikos del Maíz, la Stasi o la erotización de la políticaLa más memorable de las pintadas de los estudiantes de Contrapoder en mi facultad decía: hablamos con elegancia pero peleamos sucio. Esa pintada, de uno de los pocos colectivos estudiantiles dominados por mujeres (con permiso de Camila Vallejo), no sólo define una política radical (y dandy) que supo leer a Lenin y a Gramsci leyendo a Maquiavelo, sino también las letras de los Chikos del Maíz. Son letras de tipos cultos que conocen a Zizek, a Benjamin, a Sábato, a Rosa Luxemburgo o a Cervantes,  que citan a James Coburn o a Marilyn Monroe, pero que cuando se te acercan al oído te dicen guarradas que ruborizarían a Aleksandra Kolontái, que descolocarían a Beatriz Preciado (como "inaudita" calificó esta parisina de Burgos la intervención de Nega en el debate sobre la prostitución en la Tuerka) y que seguro harían las delicias de la mayoría de las diputadas conservadoras de nuestro país...Discípulos de Markus Wolf, al fin y al cabo, estos agentes valencianos.

¿Por qué decía que van camino de correr la misma suerte de Julian Assange? Por dos razones. La primera, la peligrosidad de los contenidos de su dvd. La segunda no estoy autorizado a revelarla (el Código Stasi prohíbe hablar de las debilidades de los agentes).

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