Persona, animal o cosa

PÁJAROS - Gritos disfrazados de melodías.

Berto Romero

PÁJAROS - Gritos disfrazados de melodías.

Los pájaros urbanos dedican más tiempo a cantar para compensar el ruido, según una investigación de la revista Behavioral Ecology (lo he leído en la prensa, no estoy suscrito). El estudio se centra en el comportamiento del verdecillo, un tipo de ave muy común en las zonas urbanas europeas. Al parecer, cantan hasta un 60 por ciento más de lo que sería habitual en ellos cuando están sometidos a 70 decibelios de ruido ambiental. Cuando el nivel aumenta empiezan a cantar menos, ya que, según explican, hacerlo durante más tiempo puede interferir en otras tareas de vital importancia para ellos, como por ejemplo estar a atentos a depredadores que les puedan atacar.

Desconozco el sentido del canto de los pájaros, pero no puedo sacarme de la cabeza la imagen de miles de ellos cantando para contrarrestar el jaleo. Se me ha instalado una duda. ¿Y si no cantan, y en realidad están gritando? ¿Y si viven condenados a ser malinterpretados continuamente por culpa de tener una voz melodiosa? Apostados en sus ramas, día tras día, clamando consignas indignadas: ¡basta ya! ¡silencio! ¡aquí hay pájaros que mañana trabajan! ¡respeten el descanso de las aves! ¡Tengo polluelos recién nacidos! Mientras, nosotros pasamos por debajo y les miramos con ternura, suspirando ante la belleza de su canto.

Me hace recordar una de las más terribles anécdotas de mi familia. Un pariente, ya fallecido, siendo adolescente en la posguerra, se aficionó a la cría de pájaros, a los que llevaba a concursos de canto. Un amigo suyo, también criador, le dio un consejo para potenciar su canto: dejarles ciegos con un alfiler. Y así lo hizo. A partir de ese día, los pobres animales cantaban día y noche, hasta que su padre, al enterarse de la atrocidad que había cometido, le rompió todas las jaulas y los dejó escapar. Una docena de pájaros ciegos salieron huyendo por la ventana y supongo que, durante lo que les quedó de vida, alegraron a los habitantes de su barrio con sus trinos. Qué bonita sinfonía de gritos desesperados disfrazados de melodías.

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