Persona, animal o cosa

CRISIS - ¿Una oportunidad para el mundo?

Berto Romero

CRISIS - ¿Una oportunidad para el mundo?

Hace unos años, cuando empezó a hablarse asiduamente de crisis en los medios de comunicación escuché a muchos economistas, políticos y tertulianos en general señalar que el mundo se encontraba ante una oportunidad para corregir el rumbo que nos había llevado al bache y hacer las cosas bien esta vez. Pero claro, darle tareas al mundo acaba siendo siempre un encargo un poco vago, y luego, entre uno y otro, se queda el trabajo sin hacer. Capitán Spock, informe de daños.

A día de hoy, los especuladores que llevaron al colapso al sistema especulando en el mercado inmobiliario (que ya venían de haberla liado con las puntocom) se han pasado a la especulación con los alimentos, comprando y reteniendo cosechas en todo el mundo. Básicamente, han pasado de traficar con la vivienda a traficar con la comida. Un importante salto cualitativo en el camino hacia la desvergüenza total. ¿Lo próximo? Probablemente el agua, ya que aún queda demasiado oxígeno suelto para empezar a envasarlo. Pero, paciencia.

Los aliados de los anteriores, los bancos, siguen a día de hoy, bien, gracias. Mejor que bien. No sólo no fueron punidos por actuar de manera irresponsable sino en cierto modo recompensados y salvados con dinero público. En nuestro país, ahí están, sin aflojar crédito y contemplando con gran regocijo como las cajas de ahorros son forzadas por el Estado a convertirse en bancos. O sea, dejan de estar obligadas por ley a destinar parte de sus beneficios a obra social y pasan a tener propietarios y consejos de administración, cotizar en bolsa y, en definitiva, son susceptibles de ser compradas por otros bancos en el futuro. Seguramente esos dos grandotes en los que estás pensando.

Y ya ha comenzado la lluvia fina en lo referente a la privatización de la Sanidad y la Educación. De momento sólo se medio abre el tema. Pero ya lo tenemos oído. Para que cuando vuelva a salir la cuestión no suene a nuevo. Y así hasta que nos cale y un día a todos nos suene necesario e incuestionable. ¿Hacer las cosas bien? La verdad es que ya no se lo oigo decir a casi nadie.

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