Berto Romero
Hace más de diez años, cuando empezaba en lo del teatro, con mis compañeros de compañía viajaba con frecuencia a Girona. Actuábamos en una sala llamada Platea, con la que nuestro manager tenía tratos y donde nos conseguía unos cuantos bolos al mes. De la misma manera, como acabábamos tarde de trabajar, y el pueblo nos pillaba a dos horas de coche, nos reservaba unas habitaciones en una pensión modesta pero limpia y tranquila en la ciudad. Esto nos daba una excusa excelente para irnos de picos pardos tras la función.
La hora de recogerse se resistía cada semana un poco más. Y llegábamos a la pensión con el amanecer en los talones, escurriéndonos por la puerta como sombras culpables hacia las respectivas habitaciones. Borrachuzos disimulando la verticalidad y forzando la pronunciación del "buenash noshe" ante el recepcionista. Andando rápido y esquivando miradas, como espías de la KGB en misión especial o criminales mafiosos en busca y captura.
En la pequeña marquesina metálica sobre la puerta principal leíamos cada madrugada la palabra "Zimmer". De modo que, durante años, nos referimos a la pensión por su nombre, la pensión "Zimmer". Nos parecía exótico y sugerente. "A ver qué habitación me toca esta semana en la Zimmer", "¿oye, pasaremos por Zimmer antes de ir a la sala a dejar la bolsa?". Recuerdo cómo se la recomendamos a algunos amigos que nos pidieron consejo para alojarse en la ciudad. "Nosotros siempre vamos a pensión Zimmer. Está bastante bien", decíamos.
Hasta que los azares de una de aquellas noches nos llevó a entrar por el lado opuesto de la marquesina, donde pudimos leer "Rooms". Eh, alto, alto -exclamó una voz entre el grupo-, nuestra pensión se llama "Zimmer", no "Rooms". "No nos estemos equivocando". Nos dio entonces por mirar el tercer ángulo de la marquesina que no habíamos visto. Allí ponía "Habitaciones".
Y esta es la historia de cómo descubrí que "Zimmer" en alemán significa "Habitaciones", y que resulta conveniente y a veces sorprendente cambiar el ángulo desde el que se miran las cosas.
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>