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La Italia de Donadoni ha ido in crescendo

Aunque Roberto Donadoni sólo había entrenado al Livorno en la máxima categoría del fútbol italiano, su elección como máximo responsable técnico del combinado nacional no fue una sorpresa mayúscula. Con el equipo toscano realizó un trabajo fantástico y lo tuvo en puestos europeos, pero su mala relación con el volcánico presidente Aldo Spinelli precipitó el final de una aventura que prometía terminar de forma heroica. Desde entonces su nombre sonó para dirigir al Milan cada vez que Ancelotti pasaba por un mal momento en San Siro, y finalmente le llegó la oportunidad de la azzurra cuando Marcello Lippi abandonó el cargo tras proclamarse campeón del mundo.

Los inicios de Donadoni no fueron fáciles: la resaca y el cambio de ciclo precisaron tiempo y paciencia, algo que en el fútbol italiano no es demasiado habitual. Una debacle ante Croacia en el amistoso de debut, un empate ante Lituania en casa y una derrota contra Francia propiciaron las primeras críticas hacia un técnico cuyo prestigio procedía más bien de su brillante carrera como futbolista. Sin embargo, con el paso del tiempo ha ido logrando resultados positivos y el primer puesto final en un grupo de bastante nivel acabó por devolverle el crédito perdido.

Poco a poco, Donadoni ha ido definiendo su estilo, adaptándose al momento actual del fútbol italiano. Parece que esta noche apostará por un 4-1-4-1 idéntico al de España, aunque con evidentes diferencias en las características de los futbolistas. Daniele De Rossi, considerado por muchos como el medio centro de moda en el continente, llevará la batuta por delante de la defensa, mientras que Pirlo formaría junto a Perrotta unos metros por delante, con Camoranesi por la derecha. El gran sacrificado podría ser Genaro Gattuso, perjudicado por la gran cantidad de centrocampistas de nivel que abundan hoy en día en el calcio. Antonio Di Natale, algo escorado a la banda izquierda para poder trazar sus habituales diagonales, sería el centrocampista más ofensivo y el principal acompañante del indiscutible Luca Toni, el delantero centro de referencia que vive un auténtico romance con el gol que dura ya más de cuatro años.

En la defensa se mantienen los clásicos: Buffon en la portería, Cannavaro y Materazzi en el eje y Panucci y Zambrotta en los laterales. Y la receta, la misma de siempre: gran capacidad de sacrificio, calidad en la zona de tres cuartos y pegada demoledora arriba. Parece sencillo, pero pocos equipos lo llevan a la práctica tan bien como Italia.

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