Planeta Axel

Día perfecto para el Milan

En una de sus temporadas más tristes, el Milan no podría haber planeado un guión tan dulce para maquillar su gris campaña y poseer, al fin, varios motivos para sonreír. Todo le salió bien en la jornada unificada de ayer, la antepenúltima de la Serie A 2007-2008. Ganó al eterno rival (2-1), evitando así que se proclamara campeón y pudiera celebrarlo en casa del enemigo, y se aupó en puestos de Champions aprovechando la derrota de la Fiorentina en Cagliari (2-1). Además, la Sampdoria cayó ante la Roma (0-3) y quedó prácticamente descartada de la pelea por el cuarto puesto. Por si fuera poco, este resultado puede provocar cierto nerviosismo en el Inter, que ve cómo el conjunto de Spalletti se acerca a tres puntos. Y para cerrar el día, Galliani anunció el fichaje del centrocampista del Arsenal Mathieu Flamini, que firmará por cuatro años con la entidad lombarda. Una jornada escrita a dictado rossonero.

Sin embargo, el conjunto de Roberto Mancini lo sigue teniendo en sus manos. La lógica dice que el traspiés de ayer en San Siro sólo servirá para retardar lo inevitable. Ganando en casa a un ya salvado Siena el próximo domingo, el conjunto nerazzurro será campeón de Italia. Incluso en caso de un improbable tropiezo, habría un segundo match-ball en Parma el último día.

Pero la ilusión de Moratti y de todo el Inter era celebrarlo contra el Milan. No pudo ser. El equipo de Ancelotti dominó la primera parte y encontró en la segunda el camino del gol para decantar un choque tenso y emocionante. El técnico local repitió el equipo que había ganado en Livorno, con Inzaghi como único punta y con Pato y Gilardino en el banquillo. Sorprendió Mancini dejando fuera a Balotelli, fijo en todos los pronósticos debido a la ausencia de Ibrahimovic por lesión. Optó por la pareja argentina Cruz-Crespo, rompiendo la tendencia habitual de colocar a un rematador junto a un atacante más móvil.

Fiel a su cita con los duelos estelares, Kaká apareció para desequilibrar el partido. Es un hombre de grandes encuentros que se crece cuando los objetivos de las cámaras más enfocan. Estuvo en los dos goles: en el 1-0 se fue por banda derecha y mandó un envío preciso al palo corto, donde Inzaghi cruzó con la cabeza. En el 2-0, recogió un balón perdido por Vieira y ajustó un potente disparo raso junto al primer palo de Julio César. En cinco minutos, del 51 al 56, el pie derecho del brasileño había fabricado una distancia en el marcador que sería insalvable para el líder pese al gol de falta directa de Cruz y al empujón final del equipo de Mancini.

A la misma hora, la Roma lograba un meritorio triunfo en Génova ante la Sampdoria de Antonio Cassano. Triunfo de fe de un equipo que, pese a sus escasas opciones de ser campeón y a no contar con Totti, fue capaz de sacar un resultado muy positivo en Marassi ante un conjunto que aún soñaba con los puestos Champions. El marcador fue muy exagerado, ya que Panucci, Pizarro y Cicinho anotaron en el último cuarto de hora después de que los locales hubieran mandado dos balones al larguero. Ahora sueñan los romanos con un doble tropiezo interista.

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