Planeta Axel

Los rivales de Champions

Celtic: corazón en casa, repliegue fuera

Aunque el último precedente en eliminatoria directa registró una sorprendente victoria del Celtic –en la UEFA 2003/2004-, los escoceses están a años luz del Barça en cuanto a calidad. Sólo podrían equilibrar fuerzas en la ida gracias a su pasión y al aliento de su hinchada, pero el partido de vuelta en un escenario tan grande como el Camp Nou se les debe hacer eterno.

Gordon Strachan está consiguiendo algo que parecía imposible: suplir con éxito al gran Martin O’Neill. En dos años y pocos meses ha ganado dos ligas y ha logrado clasificar a su equipo para los octavos de final de la Champions en dos ocasiones. En el campeonato local suele jugar con un 4-4-2 ofensivo, situando en las bandas a sus jugadores de mayor talento, McGeady y Nakamura. El japonés está siendo muy castigado por las lesiones y no está rindiendo al mismo nivel que en campañas anteriores. En Europa es habitual que el técnico escocés refuerce el centro del campo y apueste por un único delantero apoyado por un llegador de segunda línea –suele ser Jiri Jarosik-. El estilo de juego es más bien directo, primando la agresividad y el ímpetu. Sus centrales son fuertes por arriba, pero sufren ante atacantes rápidos y con capacidad de desequilibrar en el uno contra uno. Y el repliegue fuera de Celtic Park está garantizado. Hasta ahora no le ha dado un gran resultado, pero así se escribió la historia del heroico empate en Barcelona en marzo de 2004.

Aunque en la actual Premier League escocesa no acaba de sacar resultados excelsos –el Rangers está a sólo dos puntos con dos partidos menos-, los fichajes de verano están dando buen rendimiento. Scott McDonald es el máximo goleador en liga, Scott Brown se ha convertido en fijo en el centro del campo y Massimo Donati logró el importantísimo gol de la victoria ante el Shaktar Donetsk.

Roma: dinamismo y factor sorpresa

Es italiana, pero no lo parece. La Roma de Spalletti es un equipo dinámico, ofensivo y veloz, que utiliza el juego por las bandas y al que le encanta utilizar el factor sorpresa para llegar a portería contraria. Segunda en la última Serie A y también en la actual, la escuadra capitalina se ha convertido en los últimos tiempos en el único enemigo del Inter en la lucha por el Scudetto. Y también en el máximo exponente del fútbol alegre y vistoso en el campeonato transalpino.

Luciano Spalletti llegó a Roma después de lograr clasificar al Udinese para la Champions League. Y por ahora está logrando grandes resultados. Apostó fuerte por una opción arriesgada: convertir a Totti en falso delantero centro y jugar sin un nueve de referencia. La Bota de Oro del capitán es la muestra perfecta de que le salió bien. No sólo por la gran cantidad de goles que logró Francesco. También por la aportación de los jugadores de segunda línea –Taddei, Perrotta, Mancini-, grandes beneficiados por los espacios que genera el diez cuando abandona el área y cae a banda o retrocede algunos metros. Ese es quizá el gran peligro del equipo: lo imprevisible que resulta por sus constantes intercambios de posiciones y por su velocidad en la circulación de balón. En algunos aspectos recuerda al Arsenal.

Pero la Roma no es sólo ataque. En su 4-2-3-1 destaca el trabajo de sus medios centros, especialmente un De Rossi cada vez más cotizado. Tan fuerte y poderoso como dotado para la distribución y el disparo, Daniele es el corazón del equipo. Suele acompañarle Aquilani, que lleva ahora dos meses lesionado, formando un doble pivote absolutamente romanista: ambos, igual que Totti, antes de ser jugadores giallorossi fueron hinchas del club. La defensa, capitaneada por la buena pareja de centrales Mexès-Juan, es bastante sólida.

Fenerbahçe: sabor brasileño en Estambul

Empujado por el estilo brasileño de su técnico Zico y de hasta seis jugadores, el Fenerbahçe logró meterse en octavos de final contra todo pronóstico en un grupo complicado. Y lo hizo ganando los tres partidos que jugó en Estambul, empujado por un público muy animoso que vio caer incluso al Inter de Milán. Sus empates fuera en Eindhoven y Moscú demostraron que, pese a bajar el rendimiento fuera de casa, también es capaz de ser competitivo lejos de Turquía. Es peor equipo que el Sevilla, pero no será un adversario fácil.

A Zico le gusta que sus equipos toquen el balón y dominen los partidos. Su Japón se atrevía a hacerlo incluso ante Alemania, pero le fallaba la definición. En Fenerbahçe tiene mimbres superiores y está sacando mejores resultados. Con Mehmet Aurelio y Appiah aportando la fuerza y el orden necesarios en cualquier conjunto, el diminuto zurdo Alex posee la libertad para crear e inventar con su talento prodigioso. Es el mejor futbolista del equipo, el que marca la diferencia, peligrosísimo a balón parado y capaz de ver asistencias donde otros no encuentran el espacio. La delantera no es de primerísimo nivel, pero está funcionando suficientemente bien. Deivid, que es un atacante más bien fuerte, se está viendo oscurecido por la eclosión de Semih Senturk, gran revelación de la temporada y segundo máximo anotador de la liga turca. Su éxito lo está pagando Mateja Kezman, suplente habitual.

Si algunos equipos suelen centrarse más en fichar calidad en ataque y se olvidan del aspecto defensivo, el Fenerbahçe tomó buena nota y firmó a uno de los mejores centrales de Sudamérica, el uruguayo Diego Lugano. Los brasileños Edu Dracena y Roberto Carlos también apuntalaron la zaga. En la portería se encuentra Volkan Demirel, el hombre que sentó a Rustu Recber en la selección otomana.

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