Punto y seguido

Colisión entre Europa y EEUU por la “Cuestión de Irán”

Mientras el ministro español de exteriores Alfonso Dastis abandonaba Teherán, Emmanuel Macron se preparaba para ser el primer presidente de Francia en pisar Irán. Europa se apresura a salvar el acuerdo nuclear con Irán, la piedra angular para hacerse con "El Dorado" de Oriente, de las amenaza de Donald Trump en destruirlo. En la primera mitad de 2017, el comercio entre Irán y la Unión Europea (UE) aumentó un 94% respecto al periodo anterior. Una Luna de miel terminar en divorcio al rechazar EEUU las demandas europeas para que deje de desestabilizar Irán.

Washington planea estrangular la economía iraní. Las compañías europeas o chinas que desarrollen vínculos comerciales con este país, podrán ser multadas, como el banco francés BNP-Paribas que tuvo que abonar 6.450 millones de euros por eludir el embrago a Irán.

Trump en su visita a Arabia Saudí e Israel dijo que "todas las naciones de conciencia deben trabajar juntas para aislar a Irán". El autor de la frase "America First" disparaba en el propio pie, dando la prioridad a los intereses de dichos países antes que a los de EEUU, en un Irán que estaba dispuesto reconciliarse con el Gran Satán: firmó un acuerdo de compra de 118 Airbus a Boeing, que ahora se ha congelado.

Trump pretende empujar a Teherán a romper el acuerdo nuclear, para endurecer las sanciones, e impedir que China, Rusia y Europa accedan a los inmensos recursos de Irán y a su gran mercado.

Tanto EEUU, como UE e Irán saben que sin el apoyo de Washington, el acuerdo nuclear dejará de existir. 

La UE intenta desafiar a EEUU

La República Islámica de Irán (RI) no es un país cualquiera para los europeos:

  • Es apoyado por un sector de izquierda que imagina que dicha teocracia es un retén al avance del imperialismo y de Israel, un mérito por el que este sector silencia, oculta o perdona las flagrantes infracciones de los derechos más elementales de los iraníes por la casta clerical-militar islamista.
  • Es detestado por los sectores próximos a los intereses de Israel y de los saudíes.
  • Y es respaldado por Bruselas, con algunas críticas. Admite que la RI pisotea los derechos humanos, tortura y ejecuta hasta a los menores de edad, pero que aislarla daría más poder a la extremaderecha militarista y acabaría con las tímidas reformas planeadas por el presidente Rohani.

La UE reza para que Trump mantenga el acuerdo y no empiece una guerra contra Irán.

Mientras, los sueños napoleónicos de Francia tienen lugar en Oriente Próximo. Para Macron no habrá un "nuevo orden" en la zona sin Irán. Además, es un mercado donde puede paliar el problema económico de Francia: ha creado una cartera de 1.500 millones de euros en contratos futuros para los exportadores franceses. Así, al excluir el dólar de las transacciones, las desvincularía del sistema financiero de EEUU.

La compañía francesa Total y la china CNPC ya han acordado con Irán desarrollar juntas el campo South Pars, uno de las fuentes de gas natural más grandes del mundo, por un contrato de 5.000 millones de dólares y 20 años de vigencia.

Y Alemania medita cómo reemplazar a China, el principal socio comercial de Irán. Siemens trabaja en este país desde hace más de 120 años. La RI ha anunciado al apertura de dos bancos privados - Iran Middle East Bank y Sina Bank-, en Alemania y la UE evalúa la creación de una entidad financiera, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura de China, con este objetivo.

Así, la UE intenta:

  • Preservar sus intereses estratégicos en la zona.
  • Hacerse con un gran mercado, con recursos naturales y una población muy preparada.
  • Evitar que Irán entre en la órbita rusa. A Moscú no le interesa el regreso de Irán a Europa, destino del 80% de los 4,4 millones de barriles que exporta al mundo. El gas iraní podría arrebatar a Rusia (aunque a medio plazo) no sólo considerables beneficios económicos, sino también su poder como potencia energética. A demás de Rusia, el oro azul persa tiene otros rivales: EEUU y Qatar que suministran gas natural licuado a Europa.
  • Impedir una carrera armamentística en Medio Oriente y una proliferación nuclear.
  • Neutralizar la posibilidad de una guerra entre Irán e Israel, y de un aumento drástico de los precios del petróleo como su consecuencia.

Medidas preventivas de la UE

Ahora que Irán está cumpliendo el acuerdo, habría que forzar a Trump a respetarlo.  Para ello, Bruselas puede tomar las siguientes medidas:

  • Coordinar sus políticas al respecto con China, Rusia, India, y Japón.
  • Desvincular el acuerdo nuclear de otras cuestiones como los misiles balísticos, cuya tenencia es un derecho para una nación amenazada por los cuatro costados y rodeada por cinco potencias nucleares. Otra cosa es convencer a TODOS los países de la zona para que se integren en el Régimen de Control de Tecnología de Misiles,
  • Al contar la UE con una posición ventajosa respecto al gobierno de Trump, forzar a Israel, Arabia saudí, Turquía e Irán iniciar conversaciones para resolver los problemas de la región.
  • Apoyar a las facciones moderadas dentro de la RI, Israel, Turquía y Arabia Saudí.
  • Aumentar el número de becas y visados para los iraníes a Europa ahora que EEUU los ha incluido en su lista de "prohibida la entrada a USA"

¿Se enfrentará la UE a los EEUU?

¡No! Europa ha sido perjudicada por las guerras de EEUU en Oriente Próximo, y aun así ha participado en ellas, y ahora apoya a Trump en sus quejas respecto a las pruebas de misiles de Irán, a sabiendas que la RI no va a renunciar a ellas. Europa, además, carece de capacidad de evitar un choque entre EEU.U e Irán, y si debe elegir entre ellos se pondrá del lado de Trump: sus exportaciones a EEUU son 44 veces mayores de la cantidad de productos que envía a Irán.

Teherán se retiraría del acuerdo nuclear si sigue sin dar frutos esperados. No comprende cómo la UE, que aun no ha invertido en Irán, le pida abandonar el programa de misiles, mientras arma a los enemigos regionales de Irán. Irán necesita unos 200 mil millones de dólares en inversiones para impulsar la economía y crear empleo, uno de las principales exigencias de las protestas sociales. Pero, en un Irán gobernado por el "bazar", la burguesía compradora y parasitaria, enemiga de la producción industrial nacional, las empresas extranjeras no crearan empleo. Decenas de fábricas se cierran en Irán cada mes como resultado de las masivas privatizaciones de las compañías estatales iniciada en 1999, que le convirtió en un mercado libre para las compañías extranjeras, carente de interés en promover una economía sostenible y justa en el país anfitrión, todo lo contrario: desmantelarán lo que queda de la industria nacional iraní.

En la "Cuestión de Irán", Europa está más cerca a Rusia y China que a EEUU, y aun así no estará en ningún frente contra Trump.

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