Carta con respuesta

La Cope, ese invento

Quise comprobarlo por mí mismo, así que decidí durante varios días escuchar atentamente la Cope por la mañana. Comentarios cargados de veneno contra todo y contra todos es el menú diario. En el punto de mira, personas e instituciones, políticos y periodistas, poder legislativo, ejecutivo y judicial. Denostar, menospreciar, ridiculizar, humillar, insultar, vejar y desacreditar es el pan nuestro de cada día. Insinuaciones maledicentes, veladas acusaciones, calumnias, complejo persecutorio, otra conspiración más, las dos Españas, bilis con regusto amargo. Así día tras día. Y pensar que en la misma sintonía se transmiten misas, oraciones, rogativas y rezos del ángelus. Ahora entiendo aquello de ‘a Dios rogando y con el mazo dando’. Lo que me resulta difícil de comprender es que quien dirige o consiente todo esto es un grupo de personas que se consideran seguidores de aquel que una vez dijo "por sus obras los conoceréis". Vaya si los estamos conociendo.

SEBASTIÁN FERNÁNDEZ IZQUIERDO, Alicante

Si me asegura que la Cope existe y es tal como dice usted, le creo. Lo que ya no me trago es que la Cope no sea un invento del Gobierno socialista. ¡Qué más quisiéramos todos que nuestro oponente fuera siempre una caricatura de sí mismo! Que perdiera los papeles, que se saliera de sus casillas y que meara sin parar fuera de tiesto. Porque eso es la Cope, la derecha tal y como le gustaría a la izquierda que se mostrara: impresentable, rabiosa, patética, grosera... ¿A quién beneficia la Cope? Elemental, querido Watson: a la izquierda. Siempre puede señalar a la Cope y decir: ¿lo veis? Esto es la derecha, éste es el verdadero rostro del PP, ¡cuidado, compañeros!

Por si fuera poco, al parecer en la Cope se pide a gritos la abdicación del rey. ¡Si no fuera por la Cope! Gracias a esa emisora de energúmenos, Peces-Barba (¡y hasta Fernando Savater!) pueden defender la monarquía sin sonrojarse, aduciendo que, en realidad, es la ultraderecha la que la ataca. Diabólico truco, ¿verdad? O más bien vaticanista. La Cope proporciona a la izquierda un gran lujo adicional: la oportunidad de exhibir una farisaica indignación moral (como en su carta).

¿Quién dirige o consiente todo esto? A mí no me cabe duda de que la Cope ha sido creada por el PSOE y depende del Gobierno; es un agent provocateur infiltrado en la derecha y a sueldo de las autoridades. Esto último es literalmente cierto, puesto que al parecer la paga la Conferencia Episcopal. A mí no me engañan: la Cope es una maquinación socialista, para que nos rasguemos a gusto las vestiduras como plañideras sicilianas y digamos lo mala que es la derecha y, por tanto, lo recta, mesurada, moral, tolerante, respetuosa y hasta cristiana que es la izquierda.

RAFAEL REIG

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