¿Por qué los periodistas y políticos en general tienden siempre a no ver la realidad imperante? Estuve viendo el programa ‘59 segundos’ en TVE y uno de los muchos argumentos esgrimidos por los periodistas (tanto de una inclinación como de la otra) era intentar analizar los resultados electorales en base al número de votos o al número de escaños por circunscripciones. Sólo quería abogar por una profunda reforma de la Ley Electoral, tan injusta como irracional. Abogo por un Estado plurinacional. Si no hay ciudadanos de segunda, que me expliquen estos datos (y no a través de la Ley D’Hont, por favor).

ALFREDO LLORENTE DEL RÍO MADRID

Uno de los deportes más nobles y saludables es el vituperio al periodista y al político. Yo mismo estoy federado y lo practico con asiduidad. Sin embargo, usted debe de ser un virtuoso. ¿Le parece un disparate que analicen los resultados electorales "en base al número de votos o al número de escaños"? Entonces, ¿a usted qué rayos le parece significativo? ¿El color de los calcetines? ¿El dentífrico que usa el candidato? ¿La proporción de diputados con orejas de soplillo?

No contento con esto, usted pide, como en el circo, algo más difícil todavía. Quiere que le expliquen la relación entre votos y escaños, pero sin recurrir para explicarlo a la Ley Electoral. Formidable, Alfredo. ¡Y ahora sin manos! Que me expliquen por qué la manzana se cae al suelo, en lugar de flotar en el aire, pero sin recurrir a la ley de la gravedad. ¡Así es muy fácil: con la ley de la gravedad, lo explica cualquiera! ¿Pretende acaso que se lo expliquen en alfabeto Morse y a través
del teorema de Pitágoras?

Pocos sistemas (o ninguno, que yo sepa) son proporcionales de forma directa. Nuestra ley, en su momento, quería promover mayorías estables y reflejar la realidad territorial del país. Con un sistema proporcional directo, quizá el resultado nacional lo decidieran sólo media docena de ciudades, por ejemplo. O podría haber cien partidos representados en el Parlamento, ninguno de ellos con capacidad para gobernar, por ejemplo. Estoy de acuerdo en que ahora, ya consolidada la democracia, produce efectos muy perversos: discutamos la Ley Electoral, por tanto, yo también quiero que se cambie. Sí, pero hagámoslo en serio: ¿Cuál es su opción? ¿Un hombre, un voto? ¿Circunscripción única? Vale, pues veamos también las consecuencias: los intereses del centro más poblado prevalecerían y la España más despoblada se iría a hacer gárgaras, ¿no le parece? Y ese Estado plurinacional por el que usted aboga, a freír espárragos. ¿Para qué invertir en Extremadura, pongamos, si sólo con cuatro comunidades ya se tiene mayoría absoluta y Extremadura puede que ni tenga representantes?