Carta con respuesta

Star Wars

Si se repartieran todas las galaxias entre todos lo humanos, tocaríamos a diez galaxias por humano. No he dicho repartir sistemas solares de los que hay 100.000 millones en la Vía Láctea, sino repartir esas mismas galaxias todas tan gigantescas como la Vía Láctea. Quien muchos llaman Dios es tan exageradamente grande que por cada humano ha producido diez galaxias. Lo recuerdo, no para decir que es imposible que alguien tan inmenso considere a cada humano como hijo suyo, sino para todo lo contrario. Para intentar imaginar la grandeza de cada humano. Es más importante que la descomunal grandeza de diez galaxias.

Pablo Osés Azcona Málaga

Pues no sé qué decirle: depende mucho de quién repartiera las galaxias, ¿no le parece? Si se repartieran galaxias como se reparten las riquezas en España, lo estoy viendo venir: a Botín le tocarían miles de galaxias y a sus empleados un par de satélites insignificantes o un minúsculo asteroide lanzado al oscuro vacío sideral. ¿Para qué quiere Botín más galaxias de las que puede contar? Ni idea, pero pierda cuidado: si hay reparto galáctico, le tocarán más que a usted y que a mí.

Si se repartieran las galaxias, en cambio, como los escaños, a Izquierda Unida le tocarían galaxias con sólo dos o tres planetas habitables (y en guerra unos con otros), mientras que el PSOE y el PP, atraídos por el lado oscuro de la fuerza monclovita, se apoderarían del universo. ¿Logrará algo IU con Llamazares como Luke Skywalker y Almudena Grandes como princesa Leia? ¿Cuándo descubrirá Luke que el malvado Darth Vader es en realidad su propio padre; y la princesa, su hermana? ¿Aparecerá Paco Frutos pilotando su chatarra cósmica, en compañía de su androide, como el contrabandista Han Solo? ¿Intentará Julio Anguita, disfrazado de Obi Wan Kenobi, restaurar el perdido imperio de los caballeros Jedi?

Sin embargo, creo que usted ha leído el Génesis de atrás hacia delante. Primero ese tipo, Dios, creo el firmamento, cielos,
galaxias, etc. Sólo más tarde creó al hombre. Así que más bien es una muestra de tacañería sobrenatural, pues es al revés: por cada diez galaxias que había creado, sólo hizo un hombre: tocan a uno para cada diez. O quizá, después de seis (intensos) días laborables, el tío ya empezaba a acusar el cansancio y le fastidiaba tener que trabajar también en festivo. Es posible, porque el séptimo día las chapuzas se multiplican: le infundió un sopor al hombre y, una vez dormido, le arrancó una costilla y la transformó en mujer: ¡ale-hop! No se sabe que hubiera aplausos ni que nadie solicitara un bis. A partir de ese momento, hemos ido a menos, como lo prueba el hecho de que hayamos sido capaces de concebir el pan de molde sin corteza.

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