El joven estudiante acaba de leer que el número de parados, entre los cuales se encuentran su padre y, ahora, también su madre (antes de ser despedida, cobraba el 40% menos por hacer un trabajo similar), ha alcanzado la cifra de tres millones. Mientras masca la noticia, le viene a la memoria el artículo 35.1 de la Constitución, recién estudiado: "Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo". El joven estudiante sabe que los preceptos constitucionales son metas hacia las que tender, muchas veces inalcanzables, pero también se pregunta si después de 30 años de Constitución, no será hora ya de que él y su generación exijan a los poderes públicos más valentía para acortar las distancias entre lo que debe ser y lo que es.

ENRIQUE CHICOTE SERNA ARGANDA DEL REY (MADRID)

Como tiene razón, si me lo permite, le diré lo que le diría a un buen amigo. No está mal, tronco, pero aún se puede trabajar un poco. El que tiene que pensar es el que lee, tú construye algo real, material, y pónselo delante de los ojos. Esos padres, ¿en qué curraban, para que el lector se crea lo del 40%? ¿Es una fábula protagonizada, como los autos sacramentales, por conceptos y no por personas? El "joven estudiante", la "madre discriminada", el padre, la cuñada diabólica, etc. Tampoco te pases, eh, no hagas el Dickens, no hace falta que sea Oliver Twist.

El lenguaje agradecería una revisión, colega. Lo de "mascar" noticias, como un joven rumiante, no me gusta. Y, si tanto masca, ¿cómo es que no se atraganta con "el deber de trabajar"? ¿Se le exige a alguien que lo cumpla? Evita la redundancia: "Metas hacia las que tender": ¡toma, claro! Lo digno de mención sería que fueran metas de las que huir. ¿"Más valentía"? Parece radiofónico, igual que "los poderes públicos": ¿sólo es por timidez o cobardía por lo que hay paro? "Él y su generación" rechina un poco y, además, ¿lo único que hay que hacer es pedir valor? Para ese viaje no hacía falta que  él y toda una generación llevaran alforjas.

Al final, ¿qué quiere decir? ¿Que el paro es malo? ¿Que hay que luchar más contra el paro? De acuerdo, faltaría más, pero ¿eso es todo, tío? Quizá podíamos darle otra vuelta, que aún está la sartén caliente.