Carta con respuesta

El humor y el honor

Con relación al artículo publicado el pasado lunes en el que se aludía a la actual ministra de Fomento y su frase antes ‘partía’ que ‘doblá’, quiero rectificar un error que cada vez es más común entre nuestros conciudadanos. La frase de doña Magdalena se presentaba como un remedo de la clásica "más vale morir de pie que vivir de rodillas’, y su autoría se imputaba a Ernesto Che Guevara. Pues bien, esta frase fue acuñada en la defensa contra el fascismo en nuestra Guerra Civil de 1936, y fue Dolores Ibárruri quien la pronunció y el pueblo español el que la convirtió en una consigna de defensa de la dignidad humana.

CONSUELO DURÁNDEZ GÓMEZ, Madrid

No entendí yo así la frase de la ministra, sino más bien como una muestra de soberbia: si quieren, que me echen; pero yo no voy a reconocer ningún error. Sea como fuere, la frase que cita usted se ha atribuido, en efecto, a la Pasionaria (aunque también a Emiliano Zapata y a Benito Juárez, entre otros). Tuve la oportunidad de ver a Dolores en 1977, en la primera fiesta del PCE, en Torrelodones, a la que descendió en un helicóptero, bajo una lluvia torrencial, mientras gritábamos: "¡La lluvia de Fraga no nos apaga!" y "¡Fraga, mamón, menudo chaparrón!". En fin, en junio de 1936, José Calvo Sotelo respondió, precisamente a Dolores Ibárruri, con una frase en el mismo sentido, aunque (para mi gusto) con demasiada rimbombancia: "Es preferible morir con honra que vivir con vilipendio".

En cualquiera de sus versiones, me temo que es una frase propia de héroes, así que (cobarde como soy) dudo de que la pronuncie alguna vez. Mi gran proyecto siempre ha sido el mismo que el de aquel soldado de Joseph Heller, que "había decidido vivir para siempre o morir en el intento". Y ya que hoy hablamos de citas, no podía faltar César Vallejo: "Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga". Lo dice en aquel poema que empieza: "Hoy me gusta la vida mucho menos, / pero siempre me gusta vivir: ya lo decía".

Admiro a los héroes (que para eso están, ¿no?) y agradezco que existan (¡alguien tiene que hacer el trabajo sucio!), pero no me veo muy cómodo en sus zapatos. En realidad, admiro más todavía aquella frase de Pedro Muñoz Seca, cuando iban a fusilarle en la checa de Fomento. "Me podéis quitar el reloj, la cartera, las llaves y hasta la vida; pero hay una cosa que no me vais a poder quitar nunca, hagáis lo que hagáis: el miedo que tengo". Hay que ser muy valiente y muy generoso para resignarse a no pronunciar una frase histórica y, en cambio, hacer un chiste. Si fuera capaz, yo también preferiría morir con humor en lugar de morir con honor. Donde hay humor, siempre hay honor; en cambio, el honor a solas puede llegar a resultar antipático.

RAFAEL REIG

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