Pato confinado

Receta de caldo de pollo casero

Caldo de pollo.
Caldo de pollo. Foto: Thyangalex en Pixabay.

El caldo de pollo es uno de los pilares de nuestra gastronomía. Se utiliza en multitud de guisos y estofados, pues refuerza el sabor sin ser demasiado contundente. Por comodidad muchas veces usamos los caldos ya preparados del supermercado o incluso los cubitos de caldo concentrado. No obstante, en aras de una cocina más saludable, siempre es mejor que lo hagamos nosotros mismos. Solo requiere algo de tiempo y de espacio, y puede servirse también a modo de consomé o sopa.

Existen muchas variantes de este celebérrimo caldo. Todas parten de combinar las verduras y el pollo, aunque también se le añade en ocasiones huesos de vaca o una punta de jamón. Las hortalizas pueden variar en función de lo que tengamos en la nevera. La elección y cantidad de los ingredientes dependerá de la potencia que esperes sacar del caldo. Es recomendable quitarle la piel al pollo para que no contenga grasa en exceso. Siempre debe ir bien cargado de verduras.

Receta de caldo de pollo

Ingredientes 4 personas

  • 1 carcasa de pollo.
  • 1 o 2 cuartos traseros de pollo.
  • 1 o 2 cebollas.
  • 1 o 2 zanahorias.
  • 1 puerro.
  • 1 patata grande.
  • 1 trozo de apio.
  • 2 dientes de ajo.
  • Agua (alrededor de 3 litros).
  • Sal.

1. Prepara las verduras:

Limpia el puerro (separa la parte verde y deshazte de las hebras del tallo). Quédate con la parte blanca y lava bien las hojas verdes, que también utilizarás para el caldo de pollo. Pela las cebollas. Pela la zanahoria. Pela la patata y los dientes de ajo. Corta los vegetales en trozos gruesos, excepto la patata y el ajo. Lava después las verduras bajo el grifo.

2. Cuece el caldo de pollo:

Añade los trozos de pollo en una olla. Echa el resto de ingredientes. Cúbrelo de agua hasta arriba. Añade sal. Llévalo a ebullición y tenlo a fuego medio durante una hora y media. Ten la olla medio tapada. Ve desespumándolo de vez en cuando. Comprueba después el punto de sal. Una vez hecho, cuélalo a través de un colador a otra olla. Puedes congelar una parte para utilizarla en posteriores guisos.

➥ Seguimos con una receta de sopa de ajo.

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