Rosas y espinas

Wert, bufón de Feli y Leti

reyEs claro que la reafirmación de la monarquía española está siendo muy bien orquestada por nuestros adorados Feli y Leti. Los nuevos reyes van a partidos de fútbol y a cosas, salen constantemente en el telediario de La 1, sonríen, sonríen y sonríen, y vuelven a sonreír, no matan elefantes ni alojan en palacios a princesas rubias de dudosas cuentas bancarias, no mandan callar a presidentes elegidos democráticamente y solo envían a la policía a pegar a la gente cuando se les provoca con banderas republicanas.
rey2La nueva generación de nuestra aborregante dinastía borbónica sabe hacer su trabajo. Ayer mismo, nuestros Feli y Leti inauguraron el curso escolar en una pequeña escuela del rural gallego. Con dos coronas. La de Pereiro de Aguiar es una de esas escuelas pobladas de padres en paro que protestan porque no hay calefacción en invierno, ni presupuesto para el comedor escolar, ni profesores suficientes, ni dinero para libros y cuadernos, ni igualdad de derechos al conocimiento con respecto a los hijos de Feli y Leti. Desde que Gobierna el PP, a los futuros cerebros del país se les han arrebatado 275 millones de euros en becas. Por poner un ejemplo. Y Zapatero ya había recortado a los funcionarios el 5% del sueldo, que tampoco es paso corto hacia la feliz estulticia.
wertLos reyes se hicieron acompañar a este acto, muy inteligentemente, por el melifluo ministro José Ignacio Wert, responsable ministerial que actuó más de bufón que de vasallo. Ante niños, profesores, cargos públicos, valets zarzueleros, pelotas enganchados al selfie, guardaespaldas indisimulables, y muchas, muchísimas cámaras de televisión, Felipe VI pronunció un discurso muy político y revolucionario, mientras a su lado Wert no se ponía más pálido porque no puede: "Nuestro sistema educativo sigue teniendo problemas muy graves, como son la alta tasa de abandono escolar y las dificultades para la inserción laboral de nuestros jóvenes (...).Debemos, urgentemente, aumentar la calidad de la educación", dijo el elocuente monarca. Y recibió aplausos. Aunque no conviene aplaudir a un tenor por el simple hecho de que haya empezado a aclararse la garganta, como advertía el vizconde de Valmont ya hace más de dos siglos.
Pues en el mismo acto, y a puerta gayola, sacaron los reyes a hablar al ministro Wert, que defendió su reforma educativa, sus 2.395 millones de presupuesto que su Gobierno sustrajo a la educación en 2011, los 1.615 de 2012, los 2.750 de 2013, y los 636 de 2014. Por supuesto Wert, al entrar y al salir, fue abucheado.

urdanMe encanta a mí esta estrategia borbónica de llevarse a un ministro como telonero para que lo abucheen, y así dar credibilidad al amor a la monarquía que profesa la aldea de Pereiro de Aguiar. Aldea a la que no pudieron acceder, por recomendación guardiacivilera, decenas de personas que deseaban ver a los reyes. Tampoco es que tengan Felipe y Letizia mucho cuerpo estos días para andarse con baños de masas, y todo por culpa de un inevitable cuñao. Pero algunos revolucionarios malician que esas decenas de personas retenidas quizá no iban a aplaudir y besar a los reyes, pues hay gente poco agradecida y de escaso entendimiento incluso en mi tierra gallega.
Pero eso de que retengan a la gente que acude a una manifestación autorizada es una menudencia para los que vivimos en un país con la libertad de opinión garantizada.
paquiA mí lo que me impone y me importa del acto de ayer es lo del ministro Wert. Es digno de análisis. Los discursos del rey son antes analizados por el gobierno de turno. Siempre. Y ayer el ministro Wert sabía que Felipe VI lo estaba utilizando como sparring. Con un sutil apoyo de la guardia civil, Felipe sabía que el abucheado iba a ser Wert y él, si no aclamado, al menos más desapercibido. Cualquier persona con dos dedos de frente tiene más ganas de abuchear a Wert que a casi ninguna otra persona. Quizá excluyendo a Paquirrín, si canta.
Sospecho que a partir de ahora los reyes van a llevar siempre a un ministro en la maleta para los actos públicos, pues el soldado ministerial se ha demostrado como fabuloso y fiel escudo humano. Ya dije al principio que me parecía una estrategia fabulosa. Ahora va a resultar que estos últimos borbones nos han salido medio listos. Pena de República, ¿no?

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