Rosas y espinas

Qué tierna ERC con Pujol

pujolMi compañero Roger Xuriach escribía ayer, en este mismo panfleto, una frase que retrata perfectamente la política entendida como mafia o la mafia reinventando la política: "Su discurso, de tono conciliador, ha sido tierno en las formas pero contundente en el fondo". Esperemos que la gente como Xuriarch no se ponga a escribir novelas, porque se necesita ese tipo de buena prosa en los periódicos. "Tierno en las formas pero contundente en el fondo". Así describe el compañero desde Barcelona la primera intervención de Esquerra Republicana en la comparecencia de Jordi Pujol, en el Parlament de Catalunya, para dar explicaciones sobre la herencia de su familia y sus quizá despistadas comisiones por aquí y acullá en inciertos paraísos fiscales.
No se puede ser tierno en las formas ante un señor que, presuntamente, es mucho más catalán que honrado: "No he sido un político corrupto. Nunca he cobrado más que mi sueldo como presidente", ha dicho en sede parlamentaria ayer Pujol. Sin aclarar cómo su sueldo de presidente y los 140 millones de pesetas de la herencia de su padre han engordado tanto como para sostener el PIB de muy exóticos paraísos fiscales.
Con su finura frente a Pujol, con su terneza en las formas, ERC está siendo cobarde. Y que me perdone la gente de ERC, porque escribo esto esperando estar equivocado. La presunción de inocencia es perfecta, pero no en un ex honorable que reconoce haber movido durante muchos años cientos de millones de euros en paraísos fiscales. Si Jordi Pujol ha reconocido su delito o falta, tratémosle como a un delincuente o como a un faltón. No siendo "tierno en las formas", coño, Gemma [Calvet, portavoz de ERC].

Se están mezclando dos líquidos tan insolubles en este asunto como la catalanidad y el delito. Es tendencia muy humana eso de mezclar cosas insolubles, como demuestra la pervivencia del matrimonio y de los bailes de salón. ERC es tierna en las formas porque Pujol es un icono del neocatalanismo neoliberal neoposdemocrático. Pues no. Desde el momento que confiesa, Pujol es un evasor fiscal, un delincuente, quizá perdonable, quizá excusable (para mí no, pero allá la conciencia de los jueces), pero ya no puede volver a ser ni tierra, ni polvo, ni sombra, ni humo, ni nada. Y menos puede ser el rostro de Catalunya.
No puedes morir por un país mientras inviertes en paraísos. Los países son tierra y los paraísos son bancos. Y yo creo (perdonad la grandilocuencia) que tíos como Pujol no están a la altura ética de las ideas o sueños que defienden. No se debe dejar que ningún hombre o mujer ensucien un ideal o un sueño. Pero tampoco, jamás, se debe ser "tierno en las formas" con tipos como Pujol. Por mucho que coincida con él en las ideas o sueños que defiende.
El Parlament, la voz del pueblo catalán, no debe ser "tierna en las formas" como ayer fue ERC ante este evasor confeso de capitales. Yo creo que ya va siendo tiempo para otro tipo de voces. Quizá hasta más catalanistas. Y con más derecho a decidir. Pero menos tiernas. Siempre menos tiernas. No dejemos que los políticos corruptos nos corrompan las ideas. Ya se dijo antes que no es conveniente mezclar líquidos insolubles.

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