Rosas y espinas

Mariano va a Tele5 y no al Congreso

piquerasEs curioso este Mariano Rajoy. Le da una entrevista a Pedro Piqueras el lunes en Tele5 sobre cajas b, y el martes de mañanita veta por rodillo parlamentario su comparecencia en el Congreso sobre el mismo tema. Es adorable que nuestros más elevados próceres antepongan Tele5 al Parlamento, ya que la soberanía del pueblo reside en Tele5, como todo el mundo sabe. Pero a mí me dan un poco de pena nuestros diputaditos, que salvo que hayan visto Tele5 nunca se van a enterar de que Rajoy nunca supo ni cobró de caja b alguna. Aunque, fumador como es, sí se le ha visto con alguna caja de puros por Génova 13 y por los ministerios. ¡Qué detalles tenía siempre el bueno de Álvaro Lapuerta!

mamaUn presidente que prefiere dar explicaciones en la cadena de Berlusconi a discutir en el Congreso es lo que España necesita. Nuestro amado líder conoce bien a su pueblo. Lo que nos pone a los españoles son las Mamá Chicho, y no los almidones del Congreso. El pueblo español goza más democracia con el mando a distancia que con el mandato constitucional. Y por eso Mariano va a la tele y no al Congreso a hablar de Bárcenas. Con mayoría absoluta, Mariano Rajoy intuye que acudir al Congreso es perder el tiempo hablando con las paredes. Y sin embargo Tele5 está que se sale de audiencia con Gran Hermano Vip. Ya concretaba Julio Anguita lo que hay que exigirle a un político inteligente y responsable: "Programa, programa, programa". Pues eso. De televisión.

pedroEl PP acaba de descubrir que la tele sirve para algo más que para dar el parte, y desde que arrancó este año electoral nos ha bendecido con unos spots gloriosos con cafelito y pastas, unos callejeos encantadores de puerta en puerta vendiendo aspiradoras que barren debajo de las alfombras, y hasta una entrevista en la cadena cultureta y epistemológica Tele5. Al PSOE de Pedro Sánchez, o al Pedro Sánchez del PSOE, le ha venido a pasar lo mismo: ha preferido llamar a Jorge Javier a Sálvame que pronunciar una sola idea, no vaya a ser que los españoles nos empachemos intelectualmente, que somos muy quijotes.

Yo no sé cómo los de Podemos se atreven a decir que nuestros políticos tradicionales se han alejado del pueblo, pues son más pueblerinos que nadie. Lo digo yo, que soy de pueblo. Y se acercan a la televisión. A la televisión más banal. Se fascinan primitivamente por las cámaras. Con la misma fascinación, las Mamá Chicho venían de las aldeas a la Tele5 primigenia, y enseñaban las tetas todo el rato pensando que un productor de Hollywood las iba a descubrir y a convertirlas en Pretty Woman. Rajoy y Sánchez piensan que en Tele5 los va a descubrir un productor del Fondo Monetario Internacional y los va a convertir en Lagarde, lo que en puridad viene a ser lo mismo. Aunque siempre sostendré que aquellas mujeres que se desvestían de Mamá Chicho, buscando un porvenir, estaban movidas por motivos mucho más nobles que estos hombres que se visten de presidentes Mamá y de líderes de la oposición Chicho buscando un voto.

El político tradicional pretende volver al pueblo, a la calle, a través de lo catódico. Y eso solo funciona en Star Trek. El plasma todavía no teletransporta ni da olor de hoguera pobre. Rajoy y Sánchez no sufren vergüenza de disfrazarse de Mamá Chicho para hablar al pueblo desde televisión. Es más sencillo que hablarle al pueblo desde la calle, pues hablarle al pueblo desde la calle les da más miedo que vergüenza. Lo de hablar en el Congreso ya ni se contempla. Al fin y al cabo los diputados, los representantes democráticos del ciudadano, son una minoría y su repercusión en las urnas es insignificante.

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