Rosas y espinas

La confesión del ministro Jorge

images

--A ver, Jorgito. ¿Qué pecaditos tienes?

Nuestro ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que es de comunión diaria, tiene que estar sufriendo estos días mucha mística desazón. La razón es que se está viendo obligado a decir mentirijillas diariamente, y eso es pecado, aunque venial. Mas no eximido de la obligación de confesar para acceder al santísimo sacramento de la sangre de Cristo.

images (1)Me inquieta pensar cómo serán estas visitas diarias de Fernández Díaz a su confesor. A la hora en que las primeras campanadas de las iglesias repican a oscuras. Su taconeo solitario claqueando sobre el empedrado del atrio del templo, lento, pesaroso. Jorge no está contento consigo mismo. Él es un ganador. Un hombre se mide en piedad por el número de comuniones que bate anualmente sin necesidad de previa confesión. La muy disputada Liga de Penitentes Españoles, patrocinada por el Opus Dei y algún banco, coloca a Jorge a tres puntos del liderazgo con esta confesión. Es una distancia considerable en la tabla, si se tiene en cuenta que queda una campaña electoral por delante antes del fin de la Liga. Y Jorge Fernández Díaz sabe que es imposible no pinchar alguna comunión con penitencia durante esos quince días de mítines, giras populares y medios de comunicación. Sobre todo las jornadas que juegas fuera de casa. Mantenerse en puestos de limbo no es resultado indigno después de tres títulos consecutivos, señalan los comentaristas vaticanos. Y Jorge se encuentra a bastantes puntos de distancia de los temibles puestos de purgatorio, que obligan a jugar el play-off de descenso a los infiernos contra obispos muy rocosos y banqueros con más presupuesto para fichajes. El ministro se arrodilla ante el confesionario.

--Ave María Purísima.
--Sin pecado concebida.
--A ver, Jorgito, ¿qué pecaditos tienes?
--He mentido, Padre.
--Eso ya lo sé, hijo. Leo los periódicos. Pero cuéntamelo tú de viva voz, que yo sienta tu arrepentimiento sincero.
--Le dije a la opinión pública que no había policías a mi mando investigando a Rodrigo, y tenía a la UCO y a la UDEF.
--El otro día la mentirijilla de que Rodrigo y tú no habías hablado de lo suyo, hoy ésta...
--¿Estoy pecando mucho, Padre?
--Ya veremos al final de Liga. Pues te impongo de penitencia... la cuota de intereses de lo pendiente por el Tarajal, un Padrenuestro y medio; la de las cuchillas de la valla, dos Avemarías; y por la mentirijilla de ahora, una Salve. ¿Te arrepientes, Jorgito?
--Por reunirme con un presunto delin..., bueno, por verme con Rodrigo, ¿no me impone penitencia?
--Oh, no, hijo. El señor puede interpretar el gesto como de amor al prójimo. ¿Te acordaste de pedirle algo para el Señor, Jorgito?

--Pues...
--¡Pero hombre! ¡Ovejilla atolondrada! El Señor ha de estar siempre en nuestros pensamientos, en cualquier circunstancia y lugar. Sé que es doloroso, pero te voy a tener que imponer la penitencia suplementaria de no levitar durante 30 días.
images (2)--Pero Padre...
--Ni pero ni padre ni pezuñas de Pedro Botero. Treinta días sin levitar.
--(...).
--Sé que será duro, Jorgito, en las próximas jornadas de Liga no poder levitar.
--El equipo de Ana Botella va muy bien por alto desde que entrenan sin corona de espinas...
--Lo sé, Jorgito, pero es tan pecado la omisión como la acción. Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris, et Filii et Spiritus Sancti, amen. Puedes ir en paz con Dios.

Tras recibir el sacramento de la comunión, el ministro sale del templo cavilando en lo difícil que se ha puesto la temporada. Aunque no lo da todo por perdido. El marido de Botella continúa en buena forma, y no es descartable que la ex alcaldesa pierda puntos por debilidad defensiva en la medular de actos impuros. Sebastián, el chófer, le espera rezando el rosario de rodillas a la vera del mercedes negro.

--Ábreme la puerta, Sebastián.

Se alza el fámulo besando el rosario.

--¿Hoy no va el señor ministro levitando?

--He pecado, Sebastián. Hoy no--, entran en el coche.

--Ave María Purísima. ¿Adónde, señor ministro?

--Al ministerio, Sebastián. ¡A gobernar por Dios y por la Patria!

--Así sea.

Más Noticias