Rosas y espinas

#3delbunker

5695109eb3073.r_1452624711950.198-102-1763-908A cambio de la presidencia de Patxi López en la Cámara Baja, el PSOE le ha cedido caballerosamente a Ciudadanos uno de sus asientos en la Mesa del Congreso, con lo que la derecha ahora tiene mayoría en este órgano por cinco (tres del PP y dos de C´s) a cuatro (dos de PSOE y dos de Podemos). La Mesa del Congreso, que tiene nombre de club de bridge, puede paralizar una comisión de investigación parlamentaria sobre corrupción, como ya hizo con Caja Madrid, y perpetrar muchas otras barbaridades. La Mesa del Congreso es el tic-tac en que se mide el tempo de lo que pueden hacer o deshacer en el Congreso los representantes de los ciudadanos (con orgullosa minúscula, que es que hasta esta palabra me la están jodiendo). La Mesa del Congreso, esa gran desconocida, va a estar en esta legislatura en manos de la derecha por cinco votos a cuatro, por mucha presidencia socialista del Congreso que nos vendan. El PSOE acaba de ganar su primer cargo, y ese cargo ha perdido simultáneamente la primera batalla de la izquierda frente a la derecha. Qué ágil resulta todo. Nuestra lucha de clases tiene aires de cabra montesa.

índiceSe abre así hoy un Congreso de los Diputados con más aire de zoco que de ágora peripatética, Qué poco pasean nuestros pensadores. O qué poco quieren pasear, moverse, innovar, profundizar, que es lo que les ha ordenado el atomizado y centrípeto mandato del pueblo. En una jornada histórica para la democracia española, que por primera vez se disputa en liguilla y no a un solo partido, en vez de estudiar cómo se cambian las reglas del juego se empieza amañando la elección del árbitro. Y aquí desde la grada se empieza a ver el césped gris.

imagesNo tardó Pablo Iglesias en reaccionar ante tamaño contubernio, y lo hizo como la solemne ocasión y su cibernética vocación politóloga merecen: con un hashtag: #3delbunker. Podemos no necesita pensar más. Si esta es la línea a seguir por la vieja izquierda, la campaña de Podemos para las próximas elecciones (de aquí a nada, parece) se la está financiando el PSOE. Con mucho más esmero que la presunta subvención catódica iraní.

Entre los mercaderes del zoco y los superhéroes del twitter, España vive inmersa en un matrix bidimensional muy difícil de resolver, pues solo tenemos unos pocos electos letrados para confeccionar pactos en distintas realidades cósmicas simultáneas.

Este ciudadano (joder con la palabra), que es muy ingenuo, aun considera que de esta entropía va a acabar saliendo algo bueno, pues los españoles o somos entrópicos y vaguardistas o nos volvemos plasma y alcanfor. Nos ha sucedido en demasiados episodios de nuestra historia. De la entropía de la primera transición nacieron la movida y el socialismo de derechas y monárquico, que no es magro logro imaginativo. Ahora, como las expectativas se ponen mucho más bajas, es hasta posible que nos salga algo más epatante, como una dictadura rotatoria, en plan Venezuela, o así. Somos la vanguardia del conservadurismo, la cinética del inmovilismo, la aceleración del quietismo, la minería de la superficialidad. Por eso el hashtag #3delbunker ha tenido tanto y tan fugaz impacto.

Tras este episodio, se anuncian tiempos de muy honda frivolidad antes de no elegir presidente del gobierno. A este paso, a Pablo Iglesias se le van a agotar los hashtag y al PSOE la esperanza de seguir nombrándose primera fuerza española de la izquierda (sic). Es antilampedusiano: no cambiar nada para obligarnos a que todo cambie. En serio, qué torpes son. Al final nos van a dejar otra vez todo el trabajo a los votantes. Como siempre.

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