Rosas y espinas

'Espe returns' (enésima parte)

1396601928402espegal2c3Cuando Manuela Carmena consiguió arrebatarle la alcaldía de Madrid, todos los cronistas de la Villa y Corte colegimos que era el final, y ahora sí definitivo, de la carrera política de Esperanza Aguirre. La tristeza infectó al gremio. Una boina de smog azul se posó como melancolía sobre la blanda arquitectura de los edificios donde se escriben los periódicos. Lloramos con idéntico y vitalicio desconsuelo los plumillas de izquierda y derecha, de centro y epicentro, neolibertarios y neoliberales, de casta y de abajo. Todos habíamos perdido algo muy íntimo y muy nuestro con la caída de Espe. Los de derechas, por admiración sincera y por lo obvio: difícilmente iban a encontrar otra jefa que les pagara 500 euros por dos minutos de informativo, como cobraba Hermann Toni Terstch en Telemadrid. Los de izquierdas, porque éramos conscientes de que jamás hallaríamos musa semejante para cubrir el expediente en las tardes sin musa ni actualidad. Cuando las ideas no desaguaban sobre la rotativa, siempre aparecía a última hora una declaración de Esperanza Aguirre que podía ser portada, columna, esquela, información antideportiva o suceso.

imagesLa Beatriz de Dante, la Laura de Petrarca, la June de Miller, la Dulcinea del Toboso... Entre todas aquellas efervescentes idealizaciones del eternal femenino, no suman ni la mitad de obra lírica que la que se le ha dedicado en los periódicos a mi Espe. Quizá nuestros versos sean peores, pero son muchos más versos. Y eso, al fin y al cabo, es lo que cuenta para un puro y casto espíritu neoliberal, cual es el de nuestra condesa consorte.

Sumidos en esa tesitura de vates tristes, vagando por unos jardines del Buen Retiro que ya no existen, lloriqueábamos los periodistas de España hasta anteayer. Pero despertamos al saber que la Babieca de Espe no solo arrolla motocicletas policiales en Gran Vía, sino que también es capaz de encabalgarla muerta para presentarla, campeadora y amenazante, en preterida batalla (joder, qué carpetovetónico se me pone el estilo cuando intimo con este personaje: parezco Juan Manuel de Prada, pero en menos pajillero).

Ayer mismo, en un foro muy tea party del PP antimarianista conocido como Red Floridablanca, Aguirre ofrecía una entrevista al monárquico y neoliberal ensayista Tom Burns. Esta red quizá toma su nombre de un conde y político corrupto que fue denunciado ladrón por el pueblo de Madrid en 1789. Pero que, en compensación, pasó a la historia de nuestro patriotismo por haber lanzado una ofensiva fallida para recuperar Gibraltar.

--¿Da tiempo para cambiar el liderazgo? --le pregunta Burns a Espe con la daga puesta en la confirmación de Rajoy como candidato.

--Pero es que no es solo el liderazgo, muy bien lo has dicho tú. No podemos seguir siendo los más socialdemócratas..., o tan socialdemócratas como los más en el arco parlamentario.

--¿Y eso crees que es posible hacerlo antes de las elecciones?

--Yo creo que hay que hacerlo antes de las elecciones, evidentemente, si se quiere recuperar a ese electoraó que nos ha abandonaó --replica, entre nenúfares de prosodia, la delicada condesa.

--Existe la propuesta de Floridablanca de ese congreso nacional de un militante un voto. ¿Da tiempo para ir?

--Yo apoyo totalmente la propuesta de Floridablanca. No está España en posición de seguir nominando a dedo ni a los candidatos ni a los presidentes de los partidos. A mí me parece que lo único que se podría hacer son unas primarias no vinculantes pero que podrían servir para movilizar al partido.

Ay, Espe. Que nunca hizo primarias. Que se ha rodeado durante toda su carrera política de un montón de cargos electos (por ella y a dedo) que hoy imparten honestidad en los urinarios de las cárceles. Que fue declarada culpable del delito --prescrito, por supuesto-- de financiación ilegal de su partido. Que asentó sus reales madrileñas sobre una letrina en forma de pucherazo hoy conocida como tamayazo.

Tenía que volver.

La echábamos de menos.

Los periodistas.

A la gente habrá que preguntarle.

 

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