Rosas y espinas

Partes pudendas de la hidra

hidraEl fichaje del ex presidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso por Goldman Sachs ha dejado atónito hasta a su sucesor, Jean Claude Juncker. Y no se entiende muy bien por qué, a no ser que se envidien los cinco millones de euros anuales que el portugués va a cobrar por asesorar al banco conocido como "la hidra" en los círculos políticos, económicos y mediáticos estadounidenses. También quizá influya la memoria de la estafa masiva con las subprimes que convirtió a Goldman Sachs en protagonista de este crack, o su ocultación sistemática de las cuentas griegas que llevó al país de Tsipras a convertirse en un zoco de todo a cien regentado, precisamente, por Bruselas.

Esta crisis, este hambre, esta muerte de Europa que nos trajo el crack de 2008 nos ha permitido, entre otras cosas, descubrir que el sistema ha desarrollado, incluso, partes pudendas. Milagros de la bio-economía. El sistema se llega a avergonzar de sí mismo, tal ha sido su descaro, y ahora las cabezas de la hidra se afean unas a otras no las actitudes poco éticas, pero al menos sí los grandes despelotes del porno cotidiano de Wall Street. Cual este de Barroso o como el que vivimos recientemente en España con nuestro más pedáneo affaire Soria.

57d82d56739c6Detrás de cualquier pudibundez suele ocultarse un complejo o un disimulo, y uno quiere creer que las altas esferas del poder se empiezan a escandalizar del angelillo rijoso que han amamantado. Con el fichaje de Barroso, Goldman Sachs, una empresa que debería tener a todos sus directivos presentes, pasados y futuros en la cárcel, se ríe de Europa. Es como si Luis Bárcenas publicitara hoy que ha dado un donativo de 100 euros al Observatorio contra la Corrupción de mi querido José Manuel Sánchez Fornet.

El problema de la corrupción es que la cobran y la pagan los políticos, pero los más beneficiados, el gran capital, los sobornadores, casi siempre salen indemnes y más, mucho más ricos.

Lo estamos viendo aquí en España, donde se juzga a una miríada de políticos mientras que sus corruptores siguen paseando por los pasillos ministeriales al encuentro de nuevos contratos millonarios con la administración. Los pocos banqueros que han entrado en el coche con una mano policial en la nuca iban hacia o venían de la política, como Rodrigo Rato o Mario Conde. Los otros, como mucho, a veces reciben alguna multilla (Botín) o una condena ajustada para que no pisen jamás la cárcel (caso de los recientemente condenados a dos años de prisión directivos de Novacaixagalicia por levantarse 22 millones de euros). Si a alguien sirviere de lírico consuelo, recordar que ya en tiempos del divino Arcipreste la percepción era idéntica:

Y si tienes dinero tendrás consolación,
placeres y alegrías y del Papa ración,

comprarás Paraíso, ganarás la salvación:
donde hay mucho dinero hay mucha bendición.

El crea los priores, los obispos, los abades,
arzobispos, doctores, patriarcas, potestades
a los clérigos necios da muchas dignidades,
de verdad hace mentiras, de mentiras hace verdades.

 Ahora, por primera vez que yo recuerde, una oficialidad occidental deplora un caso de puerta giratoria no por el currículum insuficiente o sucio del político beneficiado, sino por el impresentable pasado de la entidad financiera que lo ficha. Es más revolucionario que el mayo del 68 o que el dadaísmo. Los políticos de la casta (ay, qué nostalgia de lenguaje) empiezan a darse cuenta de que existe el pudor. De que hay partes de su corrompida anatomía que no pueden enseñar a una clase votante más jodida que jodiente. Sobre todo si la ropa te la quita Goldman Sachs en persona, el Rocco Siffredi de la corrupción sistémica.

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