Rosas y espinas

Villancicos y Justicia

Oriol Junqueras va a pasar las navidades en la cárcel mientras Luis Bárcenas regresará, un invierno más, a Baqueira Beret. No sé cómo aun existe gente que desconfía de la Justicia, con lo bien que esquía este hombre. Voy a escribir Justicia todo el tiempo con mayúsculas, a pesar del trabajo que eso me cuesta. Francisco Franco va a pasar el invierno en el confortable nicho con spa del Valle de los Caídos, mientras Federico García Lorca y otros cientos de miles cantarán los villancicos desde la cuneta.

Me canso de escuchar constantemente eso de que vivimos en una democracia, con su separación de poderes y sus cosas, con su aroma a libertad sin ira, con sus felices niños cantores del Gordo de Navidad. Pero el resumen del año que me da mi ángel perverso es que unos políticos han sido encarcelados por organizar un referéndum ilegal mientras otros nos gobiernan tras haber ganado decenas de elecciones ilegales, alimentadas sus campañas con mordidas procedentes del dinero de todos. Pero mira cómo beben los peces en el río.

Siempre me ha dado la impresión de que los españoles no hemos leído el Quijote, o solo hemos visto los dibujos animados, pues solemos confundir los gigantes con molinos, míralos que monos, y no viceversa.

Ahora nuestra Justicia acaba de rectificar su orden internacional de captura contra Carles Puigdemont. Ya solo podrá ser detenido en España. Gesto que vindica nuestra excepcionalidad. Aquí a nuestros detenidos los detenemos nosotros, como a nuestros muertos los matamos nosotros: eso es españolismo, raza, huevos, patria, bandera, honor, legión y cabra.

Una Justicia que muta dependiendo de lo que puedan discrepar unos belgas con toga nos parece opinable, no detestable. De hecho, ya nos hemos olvidado de que el proceso contra nuestros afamados independentistas no ha seguido un cauce corriente, pues los reos deberían haber pasado por el filtro de los tribunales superiores catalanes antes de caer en audiencias y supremos. Menudencias, matices, pitiminís. La Justicia es la misma para todos. Hacia Belén va una burra cargada de chocolate.

Mariano Rajoy y sus secuaces saben que el tiempo borra el trazo fino, diluye aristas y normaliza atrocidades. Por eso los revolucionarios sin prisa no son revolucionarios, sino gente que hace footing detrás de una entelequia. Yo quisiera poner a tus pies algún presente que te agrade, señor, mas tú ya sabes que soy pobre también y no poseo más que un viejo tambor. 

Yo no sé qué imagen exterior estará dando el país con estos vaivenes judiciales tan coquetos. La Justicia, aquí, no es ciega. Solo es estrecha de miras y ancha de culo. Supongo que a eso que llamamos exterior le dará igual. Al fin y al cabo, llevan toda la historia observándonos como algo pintoresco. Y nosotros no cejamos en confirmar esa impresión desde siglos ha. Dime niño de quién eres.

Volviendo a Baqueira Beret, consulto infonieve y confirmo que Luis Bárcenas se lo va a pasar muy bien en estas familiares calendas: "Tras las últimas nevadas y con más de un metro en algunas de sus cotas, la estación de la Val d'Arán sigue adelante con una temporada que ya se presume fantástica. Para este puente va a abrir el 90% de sus pistas y el 100% de sus remontes". Por mucho que busco, no encuentro el estado de las pistas de la cárcel de Estremera, donde sigue confinado el peligroso delincuente Oriol Junqueras. Resuenen con alegría los cánticos de mi tierra.

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