Ruido de fondo

Método de trabajo

Acusan a Zapatero de improvisar, de adoptar medidas económicas que se contradicen. El presidente se defiende recordando que estamos ante la crisis económica más profunda desde la Segunda Guerra Mundial y que el Gobierno ha ido tomando decisiones según ha ido conociendo la gravedad del asunto, a medida que se iban produciendo los acontecimientos. Y tiene razón. Voy a poner un ejemplo.

El 19 de febrero Zapatero fue a Londres como presidente de turno de UE y se entrevistó con Gordon Brown. Este es el acontecimiento. Zapatero respondió con un memorable discurso. Dijo: es una paradoja (aunque yo hubiera dicho un sarcasmo) que los mercados financieros que han sido salvados por los Estados sean ahora quienes critican a los Estados por caer en un déficit que ha sido provocado por esas ayudas. Y dijo más Zapatero. Dijo que los gobiernos tienen la obligación de controlar todos los productos financieros y de acabar con los paraísos fiscales. El acontecimiento se producía en un foro laborista y la respuesta de Zapatero fue la adecuada.

Esta semana, el pasado 17 de marzo, se produjo otro acontecimiento: esta vez fue una llamada de Gordon Brown poco antes de que se reuniera el Consejo de Economía de la Unión Europea, presidido por la ministra Elena Salgado. Brown le pidió a Zapatero que se aplazara el debate sobre la regulación de los fondos especulativos, la mayoría de los cuales tienen sede en Londres. Y fiel a su método de trabajo, Zapatero respondió a este nuevo acontecimiento con una respuesta adecuada al hombre que lo invitó al G-20: el aplazamiento sine die del único fruto que podría haber dado esta crisis: el férreo control de las finanzas por parte de una autoridad democrática.

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