Palabra de artivista

15-M: revolución de reality

Ayer me planté en las protestas del 15M: ¡Democracia real ya! en Madrid y me entristeció profundamente lo que vi. Porque lo que allí había, aparte de mucha pose rebelde de evento facebuquero, era mucha ilusión, mucha desesperación, mucha rabia, y un insufrible manto de improvisación y manipulación cubriéndolo todo.

15-M: revolución de reality
Alusiones al "New World Order" Nuevo Orden Mundial

Sé que no es lo popular reventar la burbujita de "qué rebelde, qué peligroso y qué auténtico soy", pero me gustaría saber cuántos de los asistentes se tomaron la molestia de investigar o informarse sobre la compleja situación política real y no partieron desde el seguidismo y el simplismo más tramposos. Si lo hiciesen se darían cuenta de que esto sólo beneficia al PP y sólo va a perjudicar al PSOE. Es un truco que dice: "Os pedimos a los de izquierda que no votéis para castigar al PP". Un absurdo sinsentido que se pierde en medio de tanto ruido confuso. Y los del PP revolcándose de la risa.

Me entristece ver cómo toda esa necesaria energía renovadora, esas ganas de derrocar este sistema capitalista corrupto, esa rabia contra este sistema inhumano, acabe en una pataleta amateur sin consignas, sin dirección, sin objetivos claros. Porque allí no escuché ni una iniciativa realista o verdaderamente peligrosa para el sistema capitalista al que denunciaban. Todo eran perogrulladas o topicazos que ya todos conocemos: la banca es mala, los políticos son malos, la democracia no existe (aunque yo no vote y quiera que un sistema que se sustenta sobre el voto funcione luego), y así toda una sarta de lemas que fueron desde las reivindicaciones más surrealistas, que parecían sacadas del doctorado de algún alumno de filosofía ("Es necesaria una Revolución Ética") hasta el fascismo más escandaloso (escuché, cuando me iba, un sobrecogedor "España es una y no cincuenta y una" que me alarmó, ¿están colando consignas franquistas entre tanta protesta supuestamente anti-sistema?).

Esta juventud no ha comprendido aún que la dinámica que se está aplicando aquí es la misma que la de los realities en los que cualquier enfrentamiento, denuncia, polémica, discusión o violencia lo único que consigue es subir su audiencia, entretener, enriquecer más aún a los amos del cotarro. Porque el sistema está diseñado para absorber y nutrirse de esta apariencia de enfrentamiento, polémicas, las coloridas protestas inocuas. De hecho vive, como los realities, de ese conflicto. Siempre y cuando se mueva dentro de las normas del concurso.

Lo más triste es que algunos chicos, convencidos de que están destrozando al sistema, se han quedado en una Acampada indefinida en Sol como anuncia su blog. Lo sé porque hoy me han invitado a unirme a su página en facebook.

Se me parte el alma de que toda esta necesaria rabia se desperdicie de esta manera. Porque parece ser que no son conscientes de que sí que hay un enemigo claro: el PP, la Banca, la Iglesia, la derecha. Y el PSOE puede haber hecho concesiones muy traidoras, pero eso ni de lejos les convierte en iguales al verdadero enemigo. Pero toda esta intrigante campaña populista (y popular) que ha colonizado el discurso de las izquierdas está consiguiendo engañar a mucho joven impetuoso que cree que con salir a gritar ya se están cambiando las cosas. Ya lo vimos en Oriente Medio (y antes en Irán), no es la primera vez que el poder ha manipulado a una masa de jóvenes que han hecho el trabajo sucio para que luego llegasen los imanes a apropiarse de la revolución.Y en medio de todo esto aparece un nuevo partido que pide el voto sin decir ni qué programa tiene, ni qué objetivos ni nada, sustenta su candidatura en ¡el voto en blanco! Cuidado con los oportunistas (y no estoy diciendo que lo sean, pero podrían serlo) que se aprovechan de estos indefinibles, ambiguos y confusos movimientos sociales.

La derecha está ganando la partida precisamente secuestrando las retóricas de izquierdas: liberales, libertad de expresión, socialismo real... son algunas de las absurdas etiquetas que ultraconservadores como Esperanza Aguirre están utilizando para venderse a estos descontentos. Obviando que son gentes como ella las que han causado esta crisis.

Y que conste que fui a la manifestación buscando respuestas y porque está muy cerca de mi corazón: derrocar este sistema.

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