Palabra de artivista

La endohomofobia de Álvaro Pombo

En una desafortunada entrevista (otra más) que el candidato al Senado por UPyD Álvaro Pombo debe haber concedido en un descanso de su desastrosa campaña, ha desenmascarado, entre broma y broma, su verdadero ideario, y de paso el de UPyD (tan concienzudamente escondido por esa equilibrista del arribismo profesional que es Rosa Díez y todo su partido de contradictorias intenciones "hoy soy de izquierdas, mañana de derechas, pasado ya no existen ni derechas ni izquierdas, ¡alehop!").

Pombo no sólo ha soltado como una gracia su apoyo al copago en Sanidad (una barbaridad que el todo UPyD ha corrido a intentar corregir y contradecir en mil tuits bajo el hashtag #PomboSenador, con poco o ningún efecto), sino que se ha permitido bromear con la posibilidad de que fuese homófobo. Como si un gay homófobo fuese una cosa imposible, absurda o de poca importancia... divertidísima. Querido Pombo, ¿has escuchado hablar de la endohomofobia? Pues tú serías el poster de esa triste aflicción.

La endohomofobia, como un académico de la lengua debería deducir rápidamente (si no estuviese tan ocupado perpetuando el lenguaje machista y homófobo de la RAE), es la homofobia desde dentro. O sea: el homosexual que sufre homofobia. También se la conoce por "homofobia internalizada" al ser una internalización sin filtro ni resistencia del discurso homófobo imperante.

Todo este desconocimiento de la compleja naturaleza humana ha quedado especialmente en evidencia en tuiter. Ayer, cuando yo denuncié el discurso homófobo de Pombo (idéntico al del PP) de ridiculizar el matrimonio homosexual, el Orgullo Gay y el activismo y permitirse afirmar una y otra vez que a lo mejor era homófobo, como si la homofobia fuese una gracia, inmediatamente me encontré a una horda de tuiteros despistados que me pasaban como información privilegiada el siguiente sofisma:

Álvaro Pombo no puede ser homófobo, es homosexual... lo reconoció hace mucho tiempo. A ver si te informas antes de hablar otra vez.

Primero, eso de que lo reconoció hace mucho es completamente falso. Ávaro Pombo, como muchísimos homosexuales de cierta edad, jamás había hecho pública su homosexualidad hasta que el PSOE y el gobierno Zapatero convirtió la homosexualidad en un asunto legítimo, digno y legal en este país, del que no sólo no avergonzarse sino del que poder sentirse orgulloso. Pombo aprovechó la coyuntura de la estructura que muchos creamos en los 90 para salir del armario en una entrevista a la revista ZERO en 2003. Por desgracia también aprovechó la entrevista para atacar, ridiculizar y ningunear el Orgullo Gay (un ataque feroz que al día de hoy continúa, ignorando que sin las "locas" que fuimos una y otra vez a aquellos primeros Orgullos él no habría tenido dónde salir del armario). Hoy en día insiste en utilizar como coletilla cómica su desafortunado "Soy un homosexual homófobo" (y de paso apoyar la figura de Franco y Pinochet, como en esa entrevista). De hecho me permito destacar este atroz párrafo:

Bueno, yo estoy dispuesto a morir por el matrimonio homosexual, pero no estoy dispuesto a no reírme cada vez que un tío me dice: "Este es mi marido". Me da la risa tonta. Porque soy un machista, por lo que quieras, porque soy un homófobo.

(Nota mental con gesto de asco: ¿Cómo es posible que este tío sea tan asquerosamente homófobo y se ría de algo que debería hacerle feliz y que tanto trabajo nos ha costado a tantos? Y encima es un cobarde que empieza con la clásica hipocresía homófoba: yo estoy dispuesto a morir por el matrimonio homosexual, pero... ¿ahora que ya está aprobado? ¿Y te reconoces felizmente machista sin aclarar que es algo despreciable?)

Segundo, y más importante, ¿quién le ha dicho a estas cándidas criaturas con procesos mentales de 140 caracteres que un homosexual no puede ser homófobo? (y ya que estamos: o una mujer ser machista... un saludo a Esperanza Aguirre, Ana Botella, Cospedal... Bueno que no acabo si sigo con el PP).

Quien quiera conocer a los peores homófobos de la historia que lea las memorias de santa Miguel de Molina en las que sólo se atreve a insinuar que su perseguidor fue un homosexual envidioso con su libertad, dignidad y orgullo, todos señalan al alcalde de Madrid, falangista y homosexual reprimido Conde de Mayalde, o la biografía del inquisidor, homosexual que murió de sida, y ultrahomófobo Roy Cohn.

Os recuerdo que este retroceso se puede amortiguar siendo responsables con nuestra propia vida: votad PSOE o IU, votad izquierda, votad a los que han luchado por vosotros, por vuestros derechos. Y que le den dos Pombos a los que ridiculicen vuestra generosidad como algo pasado de moda, poco moderno o antiguo. Luchar por tus derechos jamás será antiguo.

Lo más antiguo del mundo es la sumisión, la resignación y el servilismo.

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