Tengo la suerte de haber sido invitado a hacer el pregón del Orgullo Gay que hoy 28 de junio se celebra en todo el mundo en un lugar que evita el negocio central que tantas veces hemos denunciado. Hay que descentralizar el Orgullo y esta invitación me llevará a un lugar en el que se empieza a hacer eso. Me refiero a Vigo. Me permito compartir con todas y todos el pregón que daré.

Hola Vigo, o como me gustaría llamar hoy a la ciudad: Vigay. Antes de nada quiero daros las gracias a todas y todos los que haciendo un esfuerzo por recuperar el sentido de comunidad, de solidaridad y de reivindicación, rompiendo con la indolencia y la comodidad consumista, habéis venido hoy a compartir conmigo este momento histórico, porque lo que hoy 28 de junio celebramos en el Orgullo Gay es un momento histórico que quizás algunas y algunos no conozcan. En un día como hoy de 1969, hace sólo 44 años, un grupo de locazas, mariconas plumíferas, bolleras camioneras, transexuales y travestis, hartos de ser humillados, se enfrentaron a la policía de Nueva York en el bar Stonewall Inn, por eso se llamaron las revueltas de Stonewall. De esas revueltas nacieron nuestros derechos y eso se celebra hoy en todo el mundo: el nacimiento de los derechos de la comunidad Lesbiana, Gay, Transexual que hoy se celebran. Es importante dejar claro que quienes consiguieron esos derechos, no fueron los políticos ni las asociaciones importantes que como Mattachine abogaban por asimilarse, insistiendo en que los maricas se pusiesen traje de chaqueta "masculinos" y las bolleras falda y tacones "femeninos", sino los diferentes los orgullosamente maricones, bolleras, transexuales y travestis; esas chillonas y visibles evidencias de la homosexualidad que hoy en día muchos critican por ser diferentes, por llenar de pluma y descaro del Orgullo.

A los que hoy critican el Orgullo por las "locazas" y frívolas en tanga o bolleras descaradas y no critican su mercantilización y apropiación, recordarles que fueron esas locazas y bolleras que no aspiraban a parecer lo que el patriarcado llama "normales", los que no se escondieron, los y las que conquistaron nuestros derechos a pedradas con al policía, sangrando ante sus palizas, aguantando los insultos, manteniendo su esencia y no cediendo a los intentos del poder de "curarnos". La homosexualidad no necesita cura, la homofobia sí. Y la cura a esa homofobia es respetar la diferencia, el derecho a vestir, sentir, expresarse como cada uno y una sienta y no tener que esconder tu esencia o avergonzarse de ser hermosamente diferente a la norma. Hablamos de visibilidad, de lo que esas mariconas locazas, esas bolleras camioneras, esas/os transexuales consiguieron plantar ante la cara de la policía y del mundo a pesar de sus porras, sus torturas, sus humillaciones que exigían llevar un mínimo de tres prendas del género adjudicado, porque esas locas que aún hoy se critican como "vergüenza"· de la comunidad, y no los "normales" entre comillas o los que parecen heterosexuales, son los que conquistaron nuestra visibilidad, no permitieron que negasen que existimos. Y existimos con Orgullo. Por eso hoy es una celebración de la diferencia, de los y las oprimidos, de los de abajo, de la izquierda.

Por eso también quiero dar las gracias al Concello y a su alcalde Abel Caballero por optar por un Orgullo reivindicativo y descentralizado en estos tiempos de negocio y mercantilización del Orgullo, en estos tiempos en que se quiere hacer creer que el Orgullo gay es un simple negocio lúdico más o menos colorido del que pueden participar hasta los más homófobos, sí me refiero al Partido Popular que por orden de la Iglesia nos quiere devolver a la vergüenza, a la ignominia de los que se creen con derecho de llamarnos enfermos y enfermas o que no somos iguales.

Por eso es importante recordar que el Orgullo, el movimiento gay es un movimiento de izquierdas, para reivindicar a todos y todas las homosexualidades no sólo las de una élite que puede comprar su dignidad. La dignidad no se compra, se conquista y se mantiene.

Y es importante que mantengamos lo conquistado, que no creamos que ya está todo logrado y sólo hay que divertirse y hacer fiesta. Hay que seguir luchando, porque los derechos son como el amor: si se olvidan se pierden.

Y hablando de olvido quiero acabar recordando a dos mártires, dos héroes libres que representan a nuestra comunidad y que son de Vigo: El 13 de julio de 2006 Isaac Al-Dani Pérez Triviño (nacido en España hacía 27 años) y Julio Anderson (nacido en Brasil hacía 32 años) fueron encontrados en su casa de la calle Oporto de Vigo atados, degollados, cosidos a puñaladas (57) y quemados. El autor confeso de esta espeluznante masacre era un canalla llamado Jacobo Piñeiro que en el primer juicio fue declarado inocente por un jurado popular que aceptó su "miedo insuperable a la homosexualidad".

Julio y Al-Dani sufrieron dos veces el golpe de la homofobia: primero cuando les asesinaron y luego cuando un jurado creyó que el hecho de que fuesen homosexuales les hacía menos personas, menos dignos de protección.

Quiero pedir desde aquí al Concello y al señor alcalde Abel Caballero un compromiso para que no se olvide a estos dos miembros de nuestra familia LGTB; por favor, no escondamos a nuestros hermanos que murieron por ser orgullosamente gays.

Os pido que gritemos todos juntos Julio, Al-Dani, os recordamos.

¡Feliz Orgullo Gay descentralizado!

PD: Estas son las fotos de cómo fue la lectura en Vigo esa noche, gracias a Septem Trionis: