Sin filtro

Presumir de cumplir la ley

Hoy hemos sabido que María Dolores de Cospedal gana 241.000 euros anuales, suma de los dos sueldos que percibe como senadora y como secretaria general del PP. Y eso pese a que este año la dirección del PP se ha autoaplicado una "política de austeridad muy importante", según declaraciones de la misma Cospedal, para no desentonar con esos más de cuatro millones de parados que están pagando lo peor de la crisis. No quiero ni pensar lo que ganaría en un año de vacas gordas.

A la número dos conservadora le ha sentado mal que se conozcan sus emolumentos el mismo día en que su partido propone recortes en diversas partidas del Presupuesto del año que viene con el fin de evitar la congelación de gran parte de las pensiones. Y por eso le ha dado por mentir al responder esta mañana a una pregunta sobre su salario:

"Ustedes pueden hablar hoy de mi sueldo porque tengo la declaración de bienes más transparente de la política española y lo tengo que decir sin falsa humildad", presumió Cospedal. Pues mire, no. Es la ley la que nos permite hablar de sus generosos sueldos, no su generosa transparencia. Concretamente el artículo 21 del Reglamento de las Cortes de Castilla-La Mancha, que obliga a los diputados autonómicos a hacer pública declaración de actividades, bienes y rentas.

Es obsceno que, con la que está cayendo, puedan compatibilizarse los sueldos de representante público y cargo privado (senadora y cargo interno del PP), práctica habitual en todos los partidos. Pero lo es más que Cospedal propusiera el pasado mayo que sus compañeros en el Parlamento manchego se redujeran el sueldo un 15% como ejemplo de austeridad. Ese sueldo al que ella ha renunciado para cobrar el mejor dotado salario de senadora.

Vamos, que es la portavoz ideal para dar lecciones de austeridad.

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