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Floriano a flor de piel

Aún les queda mucho por hacer, el título del video doméstico del PP suena más como una amenaza que como una promesa. Descansen, ya hicieron lo suficiente, hicieron el bien e hicieron el mal, pero como reza esa frase, que (perdonen ustedes) no se quien pronunció, ni a quien se refería: El bien lo hicieron mal y el mal lo hicieron bien. Rajoy, Cospedal, Arenas, González Pons y Floriano son los protagonistas del spot más parodiado de los últimos tiempos en todos los canales de la televisión que han comentado esa reunión amigable alrededor de unas tazas de café, se supone que descafeinado pues se trata de relajarse,  y unos zumitos de naranja, una plácida tertulia que tenía como objeto vender esa estabilidad, con cinco millones de parados estables, y vendernos una burra con más mataduras que un detenido por los mossos de esquadra. Carlos Floriano, con su verbo florido y su retórica parda dice en esta campechana reunión que a las cifras del PP les ha faltado piel, descarnadas y desnudas esas cifras que, según el ínclito Floriano deberían haber mostrado y demostrado las esclarecidas virtudes del PP no han calado en la dura epidermis de una mayoría encallecida a la que le resbala toda esa palabrería, a esos de que no se han enterado todavía de los beneficios de esa recuperación económica tan alabada por la troika y sus secuaces. Paciencia, hay que estar a las duras y a las maduras, la recuperación viene de arriba, los ricos ya se recuperaron, supieron adaptarse a los tiempos más críticos y consiguieron sacarles partido y ganancia gracias a las facilidades de pago, a los rescates y a los "eres" convenientemente administrados. Los últimos nunca podrán ser los primeros en el paraíso, fiscal por supuesto, pero si son pacientes y consiguen sobrevivir un poco más, por lo menos hasta las próximas elecciones, podrán optar de nuevo a las migajas que caigan de la mesa del rico Epulón del Evangelio de Lucas ( Epulón: hombre que come y se regala mucho según una de las definiciones del diccionario de la RAE) los epulones son pocos, ellos no necesitan que las cifras del PP tengan piel, despellejadas ya les valen.

El problema es que los ricos son pocos a la hora de conseguir una mayoría electoral y los pobres se muestran reacios a conformarse con las limosnas preelectorales que un gobierno acosado y saliente les otorga en un desesperado intento por ganarse a los escépticos indecisos. Dicen ahora los de "Podemos" que no hay ni derechas ni izquierdas, argumento clásico de todas las derechas, y lo dicen cuando un partido llamado Izquierda Anticapitalista acaba de integrarse en la formación. Sigo creyendo en la Izquierda aunque reconozco que últimamente no he conseguido saber donde está, como reconozco también que esa denominación ha amparado a muchos indeseables y oportunistas,  a partidarios de regímenes totalitarios y de presuntas dictaduras del proletariado. Dictadura y proletariado, oxímoron, flagrante contradicción de términos aún en boga, pues habrá quien defienda que el Partido Comunista de China (no piensen mal) es un partido de izquierdas.

Carlos Floriano, máximo responsable de la campaña electoral del PP afirma que su partido no ha sabido venderse, ha preferido vendernos y sacarnos a pública subasta. La estabilidad, de la que hoy alardean, no es compatible con el desequilibrio que nos deja su legado. Aún queda mucho por hacer, pero antes habrá que hacer tabula rasa de su mal hacer.

La caja de resistencia con la que el PP podría financiar su campaña es una caja B. Sus fondos reptilianos son nuestros, porque suyos no son,  aunque se hayan lucrado de ellos, así lo ha declarado su flamante portavoz Rafael Hernando y, por una vez, estoy de acuerdo con él, si la caja no es suya deberían reintegrarnos su contenido, lo que según ellos se llevó un tal Bárcenas, "ese señor" que según Floriano nunca tuvo nada que ver con ellos, era solo un trabajador que, excarcelado, podrá solicitar su retorno como empleado de esa empresa. ¡ Ánimo Luis!.

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