Mi televisión y otros animales

Si hay que verlo...

Si yo fuera programador de televisión, me guardaría todos los días de vacaciones para poder cogerlos el día que se decide qué poner en Nochevieja. El panorama es desolador y ni siquiera hay un monarca al que recurrir para rellenar unos minutejos (los presidentes autonómicos no convalidan, ¿eh, Espe?).

Por eso mismo, en general trato de no tenerles en cuenta lo que se perpetra el 31 de diciembre. Más o menos lo mismo que hago con mi familia. Este año, sin embargo, como José Mota va a empezar programa, me he propuesto ver su especial, Es bello vivir, a ver qué pinta tiene.

Y me he quedado como estaba.

Llevo varias horas pensando si me ha gustado o no y sigo sin tenerlo claro. Lo cual, en principio, es bueno. Los de La 1 se han permitido el lujo de ponernos un capítulo piloto en uno de los horarios estrella del año y, a juzgar por la audiencia, o ellos son muy listos o nosotros muy tontos.

Visto como piloto, los defectos del especial son perdonables, porque pueden leerse como ajustes que habrá que ir haciendo. Por ejemplo, me falta una hilazón. En este caso el tema pretendía ser la crisis, pero me pareció mal hilvanado. Falta una estructura que ate los elementos entre sí.

Eché de menos también un protagonista. Vale, tenemos empacho de José Mota (omnipresente), pero nunca es él. Le falta tener una personalidad propia, aunque contamine a los personajes parodiados. Uno de los mejores momentos me pareció la intervención de María Teresa Fernández de la Vega en un estilo totalmente celebrities. Y no es casual.

El programa estaba y estará producido por Jajaja espectáculos y Hill Valley, la responsable de Muchachada nuí. A mí un programa de humor que en los créditos pone "Productor ejecutivo: Flipy", ¿qué quieren? Me da buen rollo. Hace unas semanas, Javier Pons, el director de TVE nos explicaba que el moreno de Cruz y Raya se estaba dejando convencer para hacer otra clase de humor. Que Bartolo tiene los días contados. Algo de eso pudo entreverse en Es bello vivir, pero se nota que es un camino por el que todavía no caminan con seguridad. Y son las mismas dudas del equipo del programa las que me llegaron a mí como espectador.