Mi televisión y otros animales

De la paella a los freaks

¿Se acuerdan que cuando apareció Gran Hermano Antena 3 hizo El bus? ¿Y que cuando salió Operación Triunfo ellos se montaron un Estudio de actores? Pues lo han vuelto a hacer. El nuevo esperpento, en el sentido más valleinclanesco posible, se titula La vuelta al mundo en directo y refleja, deformado, Pekín Express.

El experimento lleva un par de días pululando por la tarde, enquistado en Tal cual lo contamos. El programa recibe ese nombre porque nadie creía que hubieran liado a Cristina Lasvignes para semejante bodrio:

- ¿De verdad lo va a hacer ella? ¿Pero no es una periodista solvente y con talento?

- Tal cual lo contamos, tía. Cuando firmó se me hicieron pompicas en el cu...

Permítanme que corte aquí esta bella reconstrucción histórica.

Cuando Cristina habla de los castings de La vuelta al mundo en directo da paso a Efrén Reyero y uno tiende a creer que el presentador también está haciendo una prueba. Pero no, está muy bien escogido porque hace que crezcan las expectativas por los vídeos: todos queremos que le den al play cuanto antes.

Luego te arrepientes. Todo lo blanco que pudiera tener Pekín Express se ha convertido en un catálogo de aspirantes a pasar por las manos de Cárdenas o de Sandra Davui en El diario. De hecho, me dice Bob Pop que alguno ya se ha dejado ver por Ven a cenar conmigo.

Un stripper y su suegra que se magrean mutuamente da la primera idea del nivel del reality. La segunda perspectiva la proporcionan las preguntas de geografía. "¿Dónde está La Habana?", pregunta la redactora en off. Y la aspirante contesta: "pues si esto es África... ¡por aquí!". Y señala un punto del mar Báltico. Luego nos reímos de los americanos.

Más que unos castings, estos vídeos parecen un catálogo de freaks destinados a la exportación. Porque esta gente será la imagen de nuestro país más allá de nuestras fronteras. ¿Dónde están ahora los que se quejaban del Chiki-chiki? ¿Comparecerá ante el Congreso Moratinos? ¿Por qué no protesta Rajoy? Aunque los que hayan mandado profesores a Georgetown no tienen mucho derecho a quejarse, la verdad.Después de la pieza, volvemos a Efrén y su impagable capacidad para la improvisación. En el programa del martes, como el stripper ha enseñado tableta, él, espontáneamente, se ofrece a dejarse tocar los abdominales. Y espontáneamente ya tiene la camisa desabrochada, que han tenido que venir los de sonido espontáneamente durante el montaje para que no fastidiara el micro. Eso sí, como las onzas están menos marcadas que el chico del vídeo, la colaboradora del programa toca, pero él no enseña. No vaya a bajar el caché.

Luego se va en plan Isabel Gemio a comprobar si alguien en el público sabe cuál es la capital de Vietnam. No crean que como en un concurso: es que lo habían preguntado en el vídeo y como no dieron la respuesta, el chico se quedó con la curiosidad. Nadie lo sabe. Él tampoco. Al final lo aclara la Lasvignes, pobrecita.

Otra cosa que me encanta es cuando Efrén acaba una frase y la cara de concentración se convierte en una radiante sonrisa de felicidad. Entremos en su cerebro un momento. Pónganse los abrigos y vamos: "me gusta más ésta que la Soraya. Pero yo me gusto más. No sé qué dice de unos países y unas cosas, pero como tengo escrito lo que tengo que contestar, me da igual. Ahora voy a leerlo. [Todas las neuronas de Efrén se concentran en leer y dejan cualquier otra función no imprescindible para seguir respirando]. Ya está. ¡Ay, no! ¡Que tengo que sonreir!".

¡Tin!

Y sonríe. Y se calla.

Y así es cómo Antena 3 trata de amortizar la inversión mientras Vasile ríe en su torre de cristal.

Porque la sede de Telecinco tiene un montón de ventanas.

Más Noticias