Mi televisión y otros animales

“Un tacto rectal al periodismo”

Y si con este titular no mejoro la audiencia, volveré a escribir guiones para call tv, profesión que nunca debí abandonar.

La cita, sin embargo, no es mía, sino de un momento de El intermedio del lunes, el especial del juicio a Wyoming. Concretamente al momento en el que el Gran Wyoming explicaba que él no es periodista, sino médico. Y que en la facultad sólo había aprendido una cosa, por lo que toda la polémica de los últimos días no había sido más que "un tacto rectal al periodismo aplicado en el culo de Intereconomía". La conclusión la teníamos desde hace varios días: "algo huele mal en el periodismo". ¿A que mola el humor inteligente?

El programa no aportó gran cosa a lo que se ha visto o dicho en los últimos días; si eso unas risas. Y como es un programa de humor, se les felicita: buen trabajo. Como espacio dedicado a la actualidad y en el ojo del huracán de una guerra de medios, también se merecen reconocimiento por acoger algunas críticas hacia su papel, como el suavísimo tirón de orejas de Luis del Olmo o la encendida defensa de Pipi Estrada, que cae más bien en la columna del debe. Aunque lo más importante fue que Beatriz Montañez aseguró que con este especial se pone fin a la trayectoria del famoso vídeo de la becaria en lo que a El intermedio se refiere.

Aprovecho para subrayar que en Más se perdió en Cuba han sido lo bastante inteligentes como para no meneallo. No sé si eso les honra, pero al menos denota cierta inteligencia. Minipunto para los chicos de Horcajo.

En espera de comprobar si cumplen su palabra, lo que me parece digno de elogio es la decisión de un equipo de guionistas y responsables de un programa de matar una broma cuando está en lo más alto. Hay pocos ejemplos de ello en la televisión corporativa actual y aún así todos han bordeado la saturación. Recordemos la muerte de Chikilicuatre como el mayor ejemplo de que la retirada a tiempo de una broma es una victoria para el talento, por mucho que rechinen los dientes al departamento de marketing. Carmen Machi también ha sabido escapar del previsible declive de Aída.

En el extremo opuesto, los personajes, bromas y comedias que no supieron hacer mutis en el momento adecuado y acabaron aborrecidos por el público que antes les amó. Me refiero, por citar algunos, al Neng, Los Serrano o José María Aznar.

Con esto en mente, miro la parrilla y se me ocurren unas cuantas maldades, pero para decirlas ya usaré algún seudónimo en los comentarios.

Ya hemos tenido bastantes polémicas esta temporada.

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