Mi televisión y otros animales

Nada nanny

Periódicamente alguien se encarga de recordarnos lo mala que es la televisión. Algunas cadenas lo hacen a diario y mi abuela siempre que la llamo (aunque unas y otras insisten en mantener su actividad emisora o consumidora, inasequibles al desaliento). También están las asociaciones de consumidores o guardianas de la pureza.

La última en levantar la liebre ha sido la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU). ¿Quién es esta gente? Ni idea; oy así de inculto. ¿Por qué hablo de ellos? Porque El Mundo ha considerado que son dignos de estar en la palestra y yo no tengo nada mejor que hacer.

Esta gente ha publicado el informe Televisión para niños 2008. Analiza lo que emiten las cadenas en horarios de protección infantil y protección infantil reforzada y llega a la conclusión de que está todo fatal. Copipego:

[...] las cadenas se saltan el código con la emisión de telenovelas (Yo soy Bea, Victoria, Caso abierto, HKM, Jag), magazines con información de corazón (Tal cual lo contamos, Está pasando), programas de testimonio (El diario de, Mujeres y hombres y viceversa). "Hemos avanzado poco, muchísimo menos de lo que hubiésemos querido. Hay muchas leyes y muchos códigos, pero las cadenas no los cumplen", denunció Isabel Ávila, presidenta de la CEACCU .

Vayamos por partes: ¿Caso abierto es una telenovela? Maldición, han vuelto a encargarle el estudio a críticos. Y sobre todo, si van a analizar la televisión para niños, ¿para qué ven Está pasando? Es como si yo me pongo a examinar programas musicales y me enchufo Operación Triunfo.

Mi conclusión es la de siempre: es una pena que haya poco espacio para los chavales en la programación, y es especialmente triste en el caso de las públicas, que se supone que deben cubrir las necesidades de audiencias minoritarias o poco rentables. Pero la televisión no es una niñera.

Si dejamos a los niños verla sin control pueden producirse desviaciones como yo. ¡Y eso que cuando yo llegaba del cole ponían Barrio Sésamo! De lo que deducimos que la programación infantil no garantiza la salud mental de nuestros hijos.

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