Alguno dirá: ya está el tío vago este escaqueándose de trabajar. ¡Correcto! Por eso tengo un blog en lugar de un empleo de verdad. Sin embargo hoy me mueven motivos menos egoístas.

Me apetece que comentemos El programa de Berto, que no es la forma de poner la lavadora para lavar jóvenes promesas del humor. El domingo lo vieron 981.000 personas, un 5% de la cuota de pantalla. "Uuuuuh, qué pocos", dirán al fondo. "¡Haberlo visto tú!", contestaré desde aquí yo. Luego me morderé la lengua y tiraré la mano para atrás mientras hago: "ñññññ". Los de barrio sabéis lo que digo.

La competencia del domingo era muy dura. Almodóvar y Penélope Cruz por un lado, Aída y Jesús Calleja como ofertas alternativas en el campo del humor y el buen rollo de Doctor Mateo lo ponían todo complicado. Y de todas formas, con Berto, los programadores van a tener que mirar tanto el share como lo que pasa en Internet. A las dos horas de que acabara el programa ya empezaba a haber vídeos en YouTube. Ahora mismo, pasadas doce horas, ya hay nueve, que incluyen la emisión completa.

Para que no crean que yo me escaqueo (y para que los detractores tengan una diana), les digo abiertamente que a mí me gustó. Mucho. Ya les conté que había visto el piloto en plató (y que había asistido al cumpleaños de Erika Lust, cosa que no tiene nada que ver, pero que no me canso de repetir). El directo es un espectáculo por el que pagaría la entrada a un teatro. En estas semanas han conseguido mejorar la parte estrictamente televisiva y han alcanzado un formato prácticamente redondo, lo que tiene mucho mérito en una primera emisión. ¡Si hasta me gustó la canción, por la gloria de Constantino Romero (¿serán familia?)!

Lo mejor que puedo decir de un programa de humor es que estaba viéndolo solo y me reí (soy muy pudoroso cuando no hay nadie mirándome). Incluso con cosas que ya había visto. Vale que soy fans del muchacho, pero tampoco tuve empacho de Berto, uno de los factores de riesgo más importantes.

Les dejo ya el turno a ustedes, que al final no me callo y acaparo tanto protagonismo que esto empieza a parecer El blog de Anómalo. ¿Qué opináis?

Er... me refiero a su opinión sobre El programa de Berto, no a las muestras de cariño hacia mi persona que los moderadores suelen filtrar en sus comentrios. Ejem.