Este domingo, Aída celebró sus cien capítulos con un episodio musical. Como, aun siendo heterosexual, me encantan los musicales, me lo tragué. Qué frase más desafortunada.

También me gustan los animales y los Especialistas secundarios (como grupo de humor), así que me vi el estreno menos esperado de la temporada: Animales secundarios. Y digo lo de menos esperado por la poca promoción que le dedicó La Sexta. Cosa que no entiendo. Tampoco acabo de tener claro qué es: ¿un especial? ¿Un piloto? ¿Una cinta que encontraron por ahí y no sabían qué hacer con ella?

La idea me gustó mucho: un programa de animales con humor y no poca autoconciencia, con la excusa de el falso making off del mismo espacio. Concretamente, me encantó un momento en el que uno de ellos comenta un concurso de perros de Birmingham. "Esto, no nos engañemos, es una moñada", espetó.

Los Especialistas secundarios tienen un humor con un toque de surrealismo y absurdo, mezclado con gotas de costumbrismo que sólo necesita el formato adecuado para eclosionar. Si hubiera tomado café, hubiera sido incapaz de escribir esto, seguro. Animales secundarios podría ser su gran oportunidad, pero hay que darle una vuelta. Falta una línea argumental, una intención dramática en el montaje. Buena idea y mal acabado. Se dice que Carme Chacón es asesora del programa.

En cuanto a porgrama de animalines, es una especie de Pelopicopata, que por cierto era de la misma productora, Media 3.14. Hasta sale el mismo veterinario. Un espacio amable, sin grandes pretensiones y muy bien programado en la tarde del domingo. Aunque esto es mérito de la selección española, no de La Sexta.

Y ya. ¿Qué? Ah, no. Del capítulo musical de Aída no voy a decir nada más.

Chimpún.