Dirección de marketing de antena de una televisión ficticia. Interior / Día.

Ejecutivo 1: ¡Noooooooooooooooo! ¡Hecatombe!

Ejecutivo 2: ¡Desgracia!

Ejecutivo 1: ¡Apocalipsis!

Ejecutivo 2: ¡La 2!

Ejecutivo 1: Cómo te pasas, ¿no?

Ejecutivo 2: En realidad no sé por qué estamos dando gritos. Yo es que actúo así, veo que alguien hace algo y yo hago lo mismo.

Ejecutivo 1: Y por eso llegaste a director de programación.

Ejecutivo 2: Y por eso llegué a director de programación. ¿Y qué es lo que pasa?

Ejecutivo 1: Anoche sólo vieron nuestro programa 300.000 espectadores.

Becario: Jefes...

Ejecutivo 2: ¡Sapristi!

Becario: Jefes...

Ejecutivo 1: ¡El acabóse! Me veo teniendo que trabajar otra vez...

Becario: ¡JEFES!

Ejecutivo 2: ¡Anda, si habla!

Ejecutivo 1: ¿Qué pasa?

Becario: Que estáis mirando los espectadores sólo en las comunidades autónomas que empiezan por "J" y en las que no ponían fútbol. Mirad los datos de verdad, mirad...

Sin descartar que este episodio pudiera estar basado en hechos reales, lo cierto es que está basado en hechos reales. Porque la profesión sigue caminando por la cuerda floja de los audímetros como si no hubiera una Red por debajo. Qué bien traído, ¿eh?

Por ejemplo, esta temporada parecía que bajaba el número de seguidores de Lost en Estados Unidos. Lo cierto es que sólo ha habido una bajada en la cantidad de telespectadores. Mientras en los salones las familias se vuelcan con American idol, los fans de verdad, los que se dejan dinero en merchandising, los influenciables por la publicidad, esos, veían 35,8 millones de episodios en el portal de la ABC. Eso sólo cuenta los streamings, las "emisiones" a través de la web oficial. Si sumáramos descargas P2P y demás, la cosa se desmadra.

En esto se basa la filosofía Hulu, la web de streaming de cadenas como Fox o NBC. Adrià Serra, Director del departamento de Internet + Televisión Interactiva de El Terrat, lo resume así: "¿contento por una audiencia de cuatro millones? ¿Y por qué no te preguntas qué hacer para conseguir que te vean los otros 40 millones que, por lo que sea, se lo perdieron?". Limitarse a considerar y rentabilizar la distribución a través de televisión convencional es como escribir un libro y negarte a que se vendan copias que no se hayan hecho a mano. ¿Tratarían los amanuenses llevar a Guttenberg a juicio por vulneración de derechos de autor? Perdón por la demagogia.

Como siempre, volvemos a darnos de bruces contra un problema de modelo de negocio. Internet todavía no es rentable, cuesta mucho vender publicidad para una web y todavía no se valora en términos económicos como debería. En el caso de las televisiones, tienen gran parte de culpa.

Cada día sabemos exactamente cuantas personas han visto un programa en televisión (palabra de audímetro, gloria a ti, señor Nielsen). Sin embargo, yo pregunté a TVE por las visualizaciones de Plutón BRB Nero tras la polémica con la Iglesia católica en noviembre y todavía estoy esperando que me digan algo. ¿Funcionó Guante blanco? ¿Por qué Telecinco no permite ver los episodios inéditos de Hermanos & detectives en su página? ¿Por qué me desespero buscando algunos contenidos en las páginas de Cuatro o Antena 3? ¿Es que no quieren que vea sus programas? El fichaje de Efrén Reyero hace que esta hipótesis cobre fuerza.

Cualquier día los comerciales descubren que Internet sirve para más cosas que reenviar powerpoints y la liamos. Como si lo viera: "Si no reenvías a diez amigos este capítulo de Escenas de matrimonio, te perseguirá la mala suerte. Berto Romero, de Wisconsin, no lo hizo y...".