Mi televisión y otros animales

El público ve lo que mira

Sé que es difícil de creer, pero un estudio de Accenture revela que los espectadores estás más pendientes del contenido que del canal (o el dispositivo) por el que lo reciben. Dicho de otra manera, la gente ve a Grissom el lunes por la noche porque les gusta CSI, no porque lo den en Telecinco. Aterradora conclusión.

Sin embargo, con consecuencias muy interesantes para todos los actores del sistema:

- Para las productoras. Significa que tienen que negociar sus contratos con las cadenas cuidadosamente. Lo que para una cadena mayoritaria puede ser un descalabro estrepitoso, podría convertirse en un producto más que digno para una más minoritaria. Lo hemos visto recientemente con formatos extranjeros como Caso abierto, Numb3rs, 30Rock, Rex, Embrujadas, Humor amarillo, Pressing catch... ¿Podría darse el caso de que Cuatro o LaSexta salvaran La guerra de los sesos tras su caída en Telecinco?

- Para los espectadores. Resulta que tenemos criterio y, por tanto, responsabilidad, lo que tiene unas implicaciones tan pavorosas como... no sé, como la democracia. Con la actual fragmentación y las posibilidades de tele a la carta que dan las webs de las cadenas, es muy difícil argumentar que vemos La Noria porque no dan nada más. Ya no vale ni la excusa de "es que no me gusta leer".

- Para las teles. En teoría deberían trabajar para mejorar su oferta y conseguir contenidos más atractivos. En la práctica, ellos saben lo que queremos y nos lo van a dar hasta que nos guste. Mi impresión es que hay un tapón generacional en los directivos de televisión y que ahora mismo están atareadísimos en retrasar una revolución que no entienden y que amenaza con ponerles en la calle.

- Para los anunciantes. Habrá que ser más preciso en la contratación de publicidad. A lo mejor no se trata tanto de contratar un porrón de spots en el prime time de una cadena, sino de afinar con unos pocos en el horario concreto del espacio cuyo público conecta más con sus consumidores.

Otra conclusión del informe es que va creciendo la predisposición de pagar por los contenidos. Esto nos vuelve locos a todos. ¿Y si la productora no logra colarle su piloto a ninguna tele y lo rentabiliza directamente a través de la Red?  ¿Puede una cadena mantener en antena un programa por prestigiarlo y obtener los beneficios de la venta por Internet y la publicidad on-line? ¿Unos sistemas optimizados y unos precios razonables, como sugiere Hernán Casciari, acabarían con la piratería?

Como les conozco, alguno se quejará de que he hecho un post demasiado serio. O eso, o todo es un enorme chiste. Elijan ustedes.

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