Mi televisión y otros animales

Las muñecas se hinchan

A este paso acabaré titulando como "Sexo" un post sobre Aquí hay trabajo. Soy lo peor, lo sé.

En realidad debería haber dicho algo así como "Las muñecas  se crecen" o algo parecido. ¿Recuerdan el comentario que hice cuando empezó Dollhouse? Pues lo mantengo y además lo cambio. Sí, estoy pensando meterme en política (si no lo recuerdan, disimulen siguiendo el enlace sin ningún rubor, que para eso está).

La línea general del post de marzo la mantengo: la base fundamental de las series está en que el espectador se interese por los personajes y es muy difícil lograrlo cuando el protagonista cambia de personalidad cada semana. Y los secundarios tampoco sabes muy bien por dónde cogerlos, hasta el punto de que es difícil no acabar por tenerles manía en base a distintos motivos. Cielo santo, sigue pareciendo que hablo de política, ¿verdad?

Sin embargo, el concepto de la Casa de muñecas de alquiler es muy poderoso. Parece que los últimos compases de la temporada los responsables de la serie se han dado cuenta y han empezado a exprimirlo de verdad. No se trata sólo de jugar a poner la esencia de los protagonistas de distintas producciones de acción en el cuerp(az)o de Eliza Dushku. También podemos meterle a Jessyca Fletcher. O a la buenaza de un drama social. Lo que queramos. Y mientras se puede seguir la trama de ciencia ficción en horizontal, dándole definición a los personajes que la sustentan.

En los últimos capítulos, Joss Whedon y su equipo han sabido combinar conceptos filosóficos tan complejos como la indisociabilidad del cuerpo y el alma en la determinación del yo con un fumeta paranoide que explica su huerto de marihuana con un combo de todas las excusas conocidas por el hombre. Acción, concepto y diversión. ¡Toma ya! Además se han marcado unos cuantos giros de guión bastante llamativos y ¡coherentes! Sólo eso ya se merece un par de puntos de share extra.

Sigue sin ser una serie imprescindible y no es ni para los paladares más ramplones ni para los más selectos. Pero los tres últimos capítulos de la temporada me han dejado con ganas de seguir adelante con la serie.

La suerte es que parece que a los programadores de la Fox también.

Más Noticias