Mi televisión y otros animales

Los engaños de La Sexta

¡Ah, no! ¡Eso sí que no! El que se piense que voy a hacer polémica con el fútbol y su señoría el excelentísimo señor Roures, ya se puede ir yendo por ahí a buscar otras bitácoras. Esta es una casa de bien, señores míos. Y queremos comer todos los meses, además.

El primero en engañarnos es un experto:

Reconozco que me pasé todo el rato pensando: "es un montaje. No, no es un montaje. Es un montaje. No, no...". Una argumentación propia del Congreso de los Diputados, lo sé. Si no se imaginan la respuesta, se ven el programa, por cierto. El Salvados del último domingo fue toda una declaración de principios a la contra sobre cómo hacer televisión. El Follonero demostró con la ayuda de Jordi Hurtado (o un alienígena muy parecido) que lograr un éxito en televisión no tiene mérito y que lo difícil es hacer como Antena 3.

Todo un alarde que un programa tan pequeñito sea capaz de reproducir las mecánicas de grandes éxitos como los diversos Callejeros que pululan por las cadeas, tomates y demás.

Punto negativo: ver al Follonero persiguiendo (otra vez) a miembros de la Casa Real como si fuera una Pilar Rubio cualquiera. De un programa como Salvados esperamos la constante reinvención. Lo mismo que pasa con los lanzamientos de discos de ex alumnos de OT, pero al revés.

El segundo engaño también tiene que ver con Jordi Évole y el problema de la escasez de figurantes asiáticos en España. Porque vale que "los chinos son todos iguales", pero esto es demasiado:

El figurante repetido

El falso señor Miyagi en El aprendiz del 12 de octubre y en Salvados por la campaña. Comer croqueta, pedir croqueta.

¡Ay, que los clientes de El aprendiz no son tan inocentes como pensábamos! ¡Oh, acaso no era cierto que el señor japonés confundiera a Rajoy con Gaudí! Les dejo a ustedes con las valoraciones sobre tamaño descubrimiento mientras me recupero del shock. Porque si no podemos fiarnos de los grandes ejecutivos sin escrúpulos, ¿de quién vamos a fiarnos?

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