Trabajar cansa

La usura se viste de seda

       

Entre los beneficiarios de la crisis, que los hay, destacan los prestamistas. Con el nivel de endeudamiento que tienen las familias españolas, que seguirá creciendo mientras no cedan los tipos de interés, el negocio de prestar dinero vive tiempos dulces. Se trata de los usureros de toda la vida, pero ahora se anuncian en la tele, tienen página web y se presentan con cara amable. Tampoco sus oficinas son ya la covachuela del avaro dickensiano donde empeñabas tu vida por unas pocas monedas. Ahora todo es muy profesional, con oficinas acristaladas, teleoperadoras simpáticas y comerciales con pinta de yerno ideal.

¿Tiene usted problemas económicos? ¿No puede con el Euribor? ¿Se ha quedado en paro? ¿Está harto de agobios mes tras mes? Pues aquí estamos nosotros para ayudarle, somos todo facilidades. Con solo descolgar el teléfono le ponemos en la mano tres mil euros. Hablamos con su banco y le renegociamos las deudas para que pague menos. O le concedemos una hipoteca por el cien por cien de su vivienda. Y todo fácil, muy fácil, sin nóminas ni avales ni esas tonterías que piden los bancos. Ande, ande, siéntese, póngase cómodo y díganos cuánto necesita.

El negocio es el mismo que el de los bancos: prestar dinero. Pero más a lo bestia, con intereses brutales y condiciones implacables. Te dan los famosos 3.000 euros y luego tienes que devolver 3.840: un 28% de interés. O un 52%, si prefieres cuotas más bajas. Los créditos reunificados te encadenarán de por vida. Y la hipoteca fácil se convierte en una amenaza ante la que basta un solo mes de retraso para perderlo todo.

Es interesante observar cómo muchas agencias inmobiliarias, de ésas que brotaron como setas en cada barrio, se han reconvertido hoy en prestamistas. Ocupan los mismos locales, tienen el mismo propietario, y con frecuencia ni siquiera cambian de nombre. Donde ayer anunciaban viviendas en venta, hoy prometen hacer nuestra hipoteca más llevadera. Eso es lo que se llama un buen "servicio post-venta": primero te crean la deuda, y luego te la gestionan. 

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