Trabajar cansa

Jugando con las cosas de comer

                           

"Es incomprensible que la biotecnología pueda resolver problemas de salud, y que la rechacemos en la producción de alimentos"  -Alejandro Alonso, portavoz del PSOE en la Comisión de Medio Ambiente- 

                             

 ¿Sabemos lo que comemos? ¿Nos importa cómo se producen nuestros alimentos? Más bien no. Parece que hemos aceptado que no tenemos más remedio que comer mierda, y hacemos la vista gorda, con sólo alguna queja rutinaria -que si los tomates ya no saben como antes, etc-.

Pero una cosa es comer mierda, y otra tragar veneno. ¿También nos da igual? Pues lo parece. Si no, no se entiende que en España el debate sobre la seguridad alimentaria sea tan escaso en comparación a otros países. Acabamos de pasar toda una semana de acciones contra los transgénicos, y me da que la mayoría sigue sin saber de qué va la película.

Pues a primera vista la película parece de terror: una empresa con nombre de organización criminal de James Bond, Monsanto, está sembrando el mundo con semillas genéticamente modificadas para resistir plagas. Mientras los científicos sospechan de sus efectos en la salud, los cultivos masivos de soja o maíz transgénicos expulsan a miles de agricultores y empobrecen a otros –pues la semilla ya no sale de la planta; hay que comprársela al fabricante.

Los países europeos los prohíben, pero en España no deja de crecer la superficie cultivada. Parece que nos resignamos a un futuro en que una minoría pueda comprar productos de agricultura ecológica, mientras los demás comeremos lo que nos echen.

Más Noticias