Trabajar cansa

Al despertar, el neoliberalismo seguía allí

"Restablecer la competitividad de España puede necesitar grandes sacrificios, como una bajada de salarios." -Olivier Blanchard, economista jefe del FMI-

 

Permitan que parafrasee hoy el famoso cuento hiperbreve de Monterroso: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí." Porque así me siento estos días. Cuando uno cree estar despertando de la pesadilla de la crisis, todavía amodorrado y entumecido, abre los ojos y se encuentra al FMI, la OCDE y compañía, en el mismo sitio en que los dejamos, y emitiendo los mismos gruñidos. Así que cierro los ojos y me duermo otra vez, o por lo menos me hago el dormido.

¿Me he perdido algo? ¿Me di un golpe en la cabeza y no me he enterado? Porque hasta hace nada todavía se oían voces, incluso voces autorizadas, que prometían un cambio de rumbo, que las cosas no podían volver a ser como antes, había que aprender de los errores y etc. Ya digo, hace nada de eso. Y de repente, me encuentro estos días con los mismos informes y portavoces de los mismos organismos internacionales, recomendando las mismas medidas de ortodoxia neoliberal que recomendaban antes de la crisis.

Y no sólo el FMI y demás fauna. También oigo hablar estos días de "los mercados internacionales", ante los que gobiernos como España o Grecia deben arrodillarse, tratar de usted y obedecer en lo que manden para recuperar la confianza de esos mercados, que por lo visto son capaces con sus decisiones de mantenerte a flote otro ratito o terminar de hundirte.

Pero hay más. Entre los dinosaurios revividos no falta el T-Rex: resulta que el gobierno tiene que girar a la derecha para que las agencias de calificación no devalúen los bonos de deuda. ¿Mande? ¿He oído bien? ¿Agencias de calificación? ¿No fueron ésas las que dieron nota alta a la basura financiera? ¿Y para esto me he despertado? Casi que prefiero la pesadilla.

Más Noticias