Trabajar cansa

Con esa cara, fijo que es etarra

"Efe lamenta el error cometido y el perjuicio que haya podido causar por esta identificación errónea." -Comunicado de la Agencia Efe- 

              

¿Qué es lo primero que hacemos cuando conocemos a alguien? Está claro: teclear su nombre en Google. Lo hacemos a diario, para saberlo todo sobre nuestro nuevo jefe, el médico que va a operarnos o la profesora de nuestros hijos. Google es ya el gran archivo de la vida, y aunque sabemos que abundan los errores y calumnias, es nuestra fuente principal para saber del mundo. 

El problema es cuando esa búsqueda tiene consecuencias. Cuando un agente del FBI usa una foto de un parlamentario español para un retrato robot de Bin Laden. O cuando una agencia informativa googlea para identificar a un etarra. 

Lo cuento para quien no se haya enterado, pues no ha recibido tanta atención como la identificación errónea de los bomberos en el supermercado. Después de que ETA matase a un policía francés, se conoció la identidad del terrorista detenido: Joseba Fernández. Alguien de la agencia Efe buscó en el archivo gráfico, y encontró una foto de un joven con ese nombre. Hizo una búsqueda en Google, y eso le bastó para dar por buena la foto y distribuirla. Un rato después, el propio retratado llamó a la agencia para avisar de que se habían equivocado: su nombre y primer apellido coincidían con los del terrorista, pero nada más. Aunque la agencia avisó a sus abonados, la foto ya había sido publicada en medios de todo el mundo. 

Hasta ahí podría parecer una anécdota, un error sin importancia, como cuando te retienen en un aeropuerto estadounidense porque tu nombre coincide con el de un narcotraficante. Pero hay más: según Joseba, le explicaron en Efe que habían buscado su nombre en Google, y "como aparecía que había estado en ‘organizaciones’, pues han metido una foto mía." 

Organizaciones, fíjense en la expresión. La foto era de un acto de Elkarri, y Joseba militaba entonces en Ezker Batua (IU), de donde pasó a Izquierda Anticapitalista. Ya se imaginan el razonamiento del periodista, que encima tenía prisa para ser el primero en dar la foto: "Elkarri, Ezker Batua, Anticapitalista... Dos más dos son cuatro. Blanco y en botella. Si hasta tiene cara de etarra." A partir de ahí ya no es un problema de Google, sino de una lógica perversa que hemos acabado interiorizando.

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