Trabajar cansa

Los teloneros sonaron mejor que las estrellas

"Lo más importante es que los españoles han ganado el debate, porque se han visto reflejados en la intervención de Rajoy, que reflejó su estado de ánimo." -Javier Arenas, Presidente del PP de Andalucía-

 

El verano es temporada de festivales musicales, esos enormes carteles repletos de grupos que permiten encadenar varios días de música sin interrupción. Este año el pistoletazo de salida no lo ha dado el FIB, sino el FEN: el Festival del Estado de la Nación. Dos días de discursos, réplicas y contrarréplicas, mañana, tarde y noche, con un programa que reunió todo tipo de estilos musicales, para todos los gustos.

Como en ediciones anteriores, el cartel de este año presentaba a dos grandes estrellas y una docena de teloneros. Y como siempre, el protagonismo se lo han llevado los dos tenores principales, que actuaron a aforo completo y bajo los flashes de los fotógrafos, mientras el resto de participantes sufrió la espantada de parte del público, y poca atención informativa. Año tras año, el festival se reduce cada vez más a un mano a mano entre los dos solistas principales, mientras los demás parecen cumplir una labor de relleno, para contentar a públicos minoritarios y darle más variedad al cartel.

Y sin embargo, un año más, lo más interesante estuvo en la actuación de los teloneros. Mientras que los dos divos aburrieron hasta a los incondicionales, con argumentos previsibles y agarrones dialécticos demasiado vistos, los pequeños pusieron más oficio, se tomaron en serio sus minutos sobre el escenario y no se perdieron en tantos efectismos. Te podrá gustar más o menos lo que toca cada uno, pero hay que reconocerles que con sus interpretaciones elevan algo el nivel del festival, y reflejan el estado de la nación mucho mejor que los gorgoritos de las estrellonas. Cada uno desde sus principios e intereses, por supuesto, pero incluso desde la discrepancia es mucho más interesante oírlos que aguantar el waka waka de los dos de siempre.

Lo malo es que, como ya sabemos, el sistema electoral está montado para que el cartel no varíe demasiado, para que siempre haya dos artistas principales y un montón de teloneros. Pero al menos estos festivales sirven para que el público recuerde que existen, que hay más donde elegir, y que no todo es radiofórmula bipartidista.

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