Trabajar cansa

El paro ya es carne de cumbre mundial

"España, por cómo ha vivido la crisis, va a ser un buen termómetro, un buen laboratorio para probar nuevas ideas contra el desempleo." -José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno-

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Por si no veíamos suficientemente negro el futuro laboral entre la crisis, el paro y las reformas y recortes, ahora nos dan la puntilla: el desempleo acaba de alcanzar la categoría de problema global, y como tal se ha hecho merecedor de una conferencia internacional, ayer en Oslo, organizada por el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Trabajo, y con asistencia de presidentes, ministros y economistas de varios países.

Habrá quien lo vea como un paso positivo, una cumbre de líderes que escenifique la preocupación mundial por el problema y la necesidad de medidas, pero yo estoy espantado. ¿Significa esto que el paro pasa a formar parte de la larga lista de asuntos que de conferencia en conferencia y de cumbre en cumbre van cronificándose, y cada nueva promesa de solución los hace más irresolubles? Piensen si no en los asuntos a los que recurrentemente se dedican esas bienintencionadas cumbres internacionales: la pobreza, el hambre, el Sida, el trabajo infantil, el deterioro ambiental, el conflicto israelo-palestino...

Parece que la inclusión de un problema en la agenda internacional de megaconferencias y supercumbres es el primer paso para que sea visto como una epidemia, una maldición, algo sin solución. Y ninguno de los antes enumerados son por sí mismos ni una epidemia ni una maldición, ni mucho menos irresolubles, aunque como tales sean abordados. Por eso ahora, cuando el FMI –repito: el FMI- mete mano al desempleo mundial y lo convierte en carne de conferencia, me temo lo peor.

Nada raro: el paro, que desde que estalló la crisis ha crecido en 30 millones en todo el mundo –y más de 2,5 millones aquí-, ya es visto por los expertos con el mismo fatalismo con que ven el hambre o la malaria. Llevan tiempo avisando de que, aunque pase la crisis y se recupere la economía mundial, lo del empleo va para ocho o diez años. Eso en el mejor de los casos, porque otros directamente te dicen que ni en sueños recuperaremos el empleo destruido, que sobran millones de trabajadores, y que ajo y agua. Y que para esto si que no hay vacuna. Ni ganas de arreglarlo, añado.

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