Trabajar cansa

Modas de París (de derecha)

"Vemos necesario mantener un proceso de movilización sostenida, que iremos concretando en los próximos meses. No estamos en proceso de reflexión." -Toni Ferrer, Secretario de Acción Sindical de UGT-

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Como en España siempre hemos sido muy catetos, las modas venían de París, y aunque nuestra relación con los franceses ha sido históricamente de amor-odio, todo lo que entraba por los Pirineos nos seducía. Durante siglos nos llegó vía Francia lo más avanzado del pensamiento político, social y artístico europeo, lo mismo la Ilustración que las ideas de la Revolución, lo mismo las innovaciones literarias y cinematográficas que los vestidos más chic.

Esta temporada también son los franceses los que quieren marcar tendencia en Europa, tanto en la moda de derecha como en la de izquierda. En cuanto al primer estilo es el sastre Sarkozy quien impone lo que se llevará este otoño: mano dura al inmigrante, y recortes sociales. Por lo que hace al prêt-à-porter de izquierda, los sindicatos y movimientos sociales sugieren el regreso de tejidos y colores que creíamos pasados, con la vuelta a las calles y a las huelgas sectoriales permanentes, a las que se han unido los más jóvenes, para preocupación de quienes recuerdan que cada vez que los estudiantes cambian el uniforme por el último grito en ropa de lucha, tiembla el gobierno.

Por ahora en España triunfan más los modelitos de derecha que los de izquierda. Así, las expulsiones de rumanos han despertado simpatía en aquellos miembros del Partido Popular que siempre quieren ir a la última. Por su parte la reforma regresiva del sistema de pensiones está sobre la mesa del Gobierno, que duda si el traje le sentará bien o si le apretará demasiado y acabará por hundir su futuro electoral.

La moda de izquierda, en cambio, no tiene todavía muchos seguidores al sur de los Pirineos. Los sindicatos aún se están pensando qué paso dar tras la huelga del 29-S, y en la calle pocos se ven con cuerpo para vestirse una temporada de manifestaciones y huelgas prorrogables como la que lucen por la rue los trabajadores franceses.

Si ustedes se quieren afrancesar, no se resignan a vestir de gris este otoño-invierno, y les apetece recuperar aquellas camisas peleonas que hace años que no se ponen, vayan practicando: huelga se dice grève.

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