Trabajar cansa

La sequía de energía y los que siempre ganan

"Difícilmente se puede ahorrar algo cuando se tiene la sensación de que no cuesta. El modelo tarifario ha llevado al derroche." -Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola-

.

En tiempos de sequía hacen su agosto los fabricantes de agua embotellada. Si ahora, como dicen, viene una temporada de sequía energética, me da que los menos afectados van a ser los embotelladores de energía. Porque cuando de kilovatios se trata, la banca siempre gana, en este caso las grandes empresas del sector. Da igual que aumente o se reduzca el consumo, que suba o baje el precio de las materias primas, que se regule o se liberalice el sector, que se apueste por las renovables o por la eficiencia; ellos siempre ganan.

En 2009, por ejemplo, el consumo eléctrico se redujo por primera vez en años, y sin embargo las empresas no se resintieron, mantuvieron sus beneficios al mismo nivel. En 2010 ha vuelto a crecer el consumo, y el subidón en los beneficios ha sido de fiesta. ¿Alguien cree que van a ganar menos si bajamos el consumo?

Sí, ya sé que las cuentas no son así de simples, y que intervienen muchos factores. Pero es que el energético es uno de los sectores más oscuros. Imposible entender de dónde sale la energía ni cómo se cobra, ni por supuesto cómo se calcula la inextricable tarifa, pero el resultado es el mismo: siempre ganan.

Ahora, abierto el debate del ahorro energético, corren a recordarnos que el problema es que la energía es muy barata y somos unos derrochones, dejamos el grifo de la luz abierto en plena sequía. Y sí, es cierto que no tenemos mentalidad ahorradora, pero no creo que la mejor solución sea subir más el recibo.

Es lo que pasa cuando dejas un sector estratégico en manos privadas. Al final nuestra dependencia es doble: exterior por la falta de fuentes de energía propias, y dependencia de unas empresas cuya prioridad no es precisamente el bien común, y que sólo apostarán por el ahorro si no les afecta la cuenta de resultados. Así es doblemente difícil hacer un plan energético.

De todas formas el futuro les sonríe, por mucha sequía que se anuncie. Ahí está, por ejemplo, la apuesta por el coche eléctrico. Consumiremos menos gasolina, sí, pero de algún lado habrá que sacar toda esa electricidad.

 

Más Noticias